Guía de The Devil Inside

La Estatua del Minero

Solución

La imponente mansión intimidaba sólo con mirarla. No sin un sentimiento de duda, Dave Cooper subió las escaleras que llevaban hasta la entrada, e intentó abrir el pórtico principal. Con un suspiro de emoción, los espectadores del plató descubrieron que estaba cerrada. Al parecer, la búsqueda de llaves se iba a convertir en una de las tareas más comunes durante todo el programa.

Cooper registró concienzudamente los alrededores. Encontró un botiquín en la puerta trasera –también cerrada–, y algo de munición en la pequeña caseta de herramientas situada cerca de la piscina. También le llamó la atención las estatuas de mineros que había en varios lugares del jardín. Sin duda, eso significaba que, tarde o temprano, tendría que recorrer una tenebrosa mina. Precisamente, junto a uno de estos monumentos, protegida por una legión de agresivos zombies, encontró tal deseada llave.

Ya nadie se interponía entre él y Shadow Gate. Jack T. Ripper aguantó durante unos segundos la publicidad para dar tiempo a Cooper a entrar en la casa. Con un chirrido que se parecía al alarido de un demonio, la puerta de Shadow Gate se abrió.

La planta principal era un completo desastre: todo estaba roto y polvoriento, por no hablar de las columnas derrumbadas que habían roto una de las escaleras. Dave apenas tuvo tiempo de hacerse una composición del lugar, pues un enorme zombie montado en una silla eléctrica volante descargó sus ametralladoras en dirección a la puerta. Rodó por el suelo mientras veía como desaparecía por un pasillo bordeado por varias estatuas.

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