Hubo un tiempo en la década de los 90 que dos grandes compañías japonesas expertas en juegos de rol, se disputaban la supremacía. Estas compañías, conocidas por todos, son Squaresoft y Enix, que en el 2003 decidieron unir sus fuerzas para crear Square Enix. En su haber han dejado sagas para la historia de los videojuegos como Final Fantasy, Dragon Quest o Front Mission, del que hablaremos en el recordando de hoy.

Como ya recordamos hace un par de semanas con Final Fight, Capcom fue una de las grandes desarrolladoras de juegos Beat'em up. Konami tampoco se quedó atrás por esta época, y además bastantes de sus juego los basó en películas y series para que tuvieran más salida comercial. Uno de estos juegos fue The Simpsons Arcade, un colorido juego en el que podíamos seleccionar a los componentes de esta famosa familia y repartir estopa por Springfield.

Hubo que contaron con un éxito arrollador en las máquinas recreativas, donde los chavales se dejaban su paga semanal en interminables partidas en aquellos centros recreativos que tanto nos gustaban.

Durante finales de los 80 y gran parte de los 90, uno de los géneros más comunes en los salones recreativos eran los beat'em up, que básicamente consisten en machacar a golpes a todo lo que veamos en el escenario, tanto objetos como enemigos. Uno de los exponentes de este género fue y es Final Fight, en el cual un alcalde impone su ley a base de presas de lucha libre.

Uno de los juegos más populares de Konami para las arcades de finales de los 80, sin duda alguna fue el juego del que hoy hablaremos: Combat School (en algunos lugares se conoció como Boot Camp). ¿Hay algo más americano que alistarse en el Ejército y entrenarte para formar parte del Cuerpo de Marines? Seguramente no, por eso nuestros protagonistas, el moreno Nick y el rubio Joe no dudan en acudir al campo de entrenamiento y convertirse en unos auténticos soldados.