Un año antes de que sacaran su magnífico Mad TV, los alemanes de Rainbow Arts lanzaron al mercado un peculiar juego deportivo llamado M.U.D.S.: Mean Ugly Dirty Sports, donde para ganar tenias que ser lo más sucio y tramposo que se te ocurra. Como solía ser habitual en la compañía, el juego estaba plagado de humor, aunque en este caso predomina la violencia y las malas artes.

A partir del éxito arrollador de Double Dragon muchas compañías sacaron sus propios beat 'em up siguiendo las bases establecidas por este gran clásico. No obstante, algunas de estas desarrolladoras añadían nuevos elementos a sus juegos para darles frescura. Este es el caso de Gate of Doom, nuestro protagonista de hoy, el cual apuesta por una vista isométrica en vez de la vista lateral clásica, y además añade unas pinceladas de RPG de fantasía medieval que le dan un encanto muy especial.

A pesar de los años que llevamos escribiendo reviews de videojuegos, me sigo sorprendiendo de que no hayamos escrito unas líneas sobre algunos de ellos, especialmente a algunos a los que les guardo especial cariño. Supongo que el problema siempre es el mismo: estoy (erróneamente) convencido de haberlo hecho ya!

Review de Spy Bros. [Recordando]

Desde hace unos años los amantes de los juegos retro estamos viviendo un momento muy dulce. Gracias a la distribución digital, muchas compañías están desempolvando viejas licencias para adaptarlas a plataformas actuales, y en algunos casos incluso mejorando el producto original en vez de hacer una simple conversión. Este es el caso de nuestro protagonista de hoy, Spy Bros., el cual es una versión mejorada de Pipi & Bibi's, un arcade muy divertido pero poco conocido de Toaplan.

Si hay algo por lo que es recordada la compañía Epyx es por sus juegos deportivos, ya no solo por la calidad de algunos, que también, si no por la enormísima variedad que tenían. Hace ya unos años os hablábamos de World Games, una especie de "olimpiadas" con unas pruebas de lo más variopintas, muy alejadas de las que se realizan en la realidad en el circuito olímpico. O, por supuesto, California Games, quizá el juego más recordado de la compañía.