En la segunda mitad de los años 80, Ocean era una de las compañías a tener en cuenta, una de las más grandes. Además de contar con varias IPs propias, la compañía se especializó en adquirir los derechos de conocidas películas y adaptarlas al mundo del videojuego. La lista es larga y variada, pero llama la atención que se adaptase Los Intocables de Elliot Ness, puesto que lo más habitual era coger alguna película más cercana a la cultura pop. No me refiero a que Los Intocables sea una película desconocida, ni muchísimo menos, pero era más propio adaptar películas del estilo Terminator, Robocop, Gremlins...

El gran éxito de Prince of Persia puso de moda el género que hoy conocemos como plataformas cinemáticos, un subgénero de los juegos de plataformas en el prima el realismo de las animaciones y la física de los personajes y el prescindir de la interfaz de usuario todo lo posible. Después de Prince of Persia llegaron otros grandes exponentes de este subgénero como Another World y Flashback. Nuestro protagonista de hoy es Bermuda Syndrome, un juego que coge elementos de estos juegos y pese a no disfrutar de la misma excelencia es un juego divertido.

Últimamente no paro de recordar videojuegos deportivos. Hace dos semanas os hablé de Kick-Off 96, un juego que siempre se me hizo cuesta arriba y anteriormente del peculiar M.U.D.S. Pues bien, hoy os traigo FaceOff!, un videojuego de hockey que, si no voy errado, es el primero que analizamos en NoSoloBits. El juego fue desarrollado por MindSpan, conocidos por ser los autores de la saga HardBall y distribuido for GameStar, una de las compañías relacionadas con juegos deportivos más importantes del momento.

En el mundo de los videojuegos siempre han existido títulos que han cosechado éxito y marcado tendencia, provocando que otras compañías saquen productos similares. Cabal, un shooting gallery creado por TAD Corporation, fue uno de esos títulos y salieron bastantes juegos inspirados en él. Hoy vamos a recordar Alligator Hunt, uno de estos títulos inspirados en Cabal, el cual tiene una puesta en escena de ciencia ficción bastante llamativa.

El otro día, navegando en los confines de YouTube, acabé (vete a saber cómo) en un vídeo de Kick Off 96, que lo compré con toda la ilusión en el quiosco y me defraudó totalmente. Me puse a ver el vídeo porque quería resolver una de las dudas que me atormentaba cuando era pequeño: como driblar o, de forma más general, cómo controlar el balón y tenerlo pegado al pie.