Hace un tiempo os hablamos en esta misma sección de dos juegos capitales para entender los RTS de hoy en día: Dune II de Westwood Studios y WarCraft: Orcs and Humans de Blizzard, que contó poco después con una secuela, WarCraft II: Tides of Darkness.

Actualmente si nos fijamos en Blizzard parece que solo ha tenido 3 grandes juegos en su historia: Warcraft, Diablo y Starcraft, sagas que son las que la han llevado a ser uno de las compañías más conocidas y potentes de los videojuegos. Pero nada más lejos de la realidad, antes de que llegara Warcraft ya demostró su potencial en otros juegos, como The Lost Vikings o el protagonista de este artículo: BlackThorne.

Retro Review Castles [Recordando]

Si miráis el histórico de la sección Recordando, habréis visto que muchos de los que he analizado son aventuras gráficas, el género donde más me prodigué en mi época de jugador juvenil. Pero en el presente haré un cambio de tercio y comentaré un juego de estrategia desarrollado por Quicksilver y distribuido por la entonces poderosa Interplay, he aquí: Castles.

Hoy os voy a hablar de un juego que es muy probable que no conozcáis, ya que no fue un juego que marcara una época, ni siquiera destacaba en ningún aspecto en particular. Sin embargo, fue un juego que por razones que desconozco, quedó en mi memoria cuando lo jugué y aún me acuerdo de este simpático pollo, llamado Alfred Chicken.

Al escuchar The Secret of Monkey Island todos los gamers deberíamos guardar silencio en señal de respeto a tan magna obra. Son pocos los juegos grabados de forma permanente en la mente de los jugadores, y el presente es uno de los privilegiados, gracias a sus innumerables virtudes y podría decirse que inexistentes defectos.