Hace un tiempo (seis años para ser concretos) os hablábamos de The Castle of Dr. Brain, el archiconocido juego de puzzles e ingenio desarrollado por Sierra, porque no todos sus títulos de éxito iban a ser aventuras gráficas. Sin embargo, además de lo original de sus puzzles, una de las cosas que llamó la atención de este título, es este toque aventurero a medida que desentrañabas el misterio resolviendo puzzles, aderezado con un genial diseño gráfico.

Los juegos de espías siempre han estado a la orden del día en el mundo de los videojuegos, abarcando géneros variopintos como infiltración, shooter en primera persona o conducción. En esta ocasión nos vamos a principios de la década de los 80 para hablar de Spy Hunter, un título que mezcla conducción y acción, el cual cosechó un gran éxito en los salones recreativos de la época.

A mediados de los 90, las aventuras gráficas empezaban a dar signo de agotamiento. El género que había arrasado a finales de los 80 y principios de los 90, veía seriamente peligrar su posición dominante, ante el empuje de otros géneros que, espoleados por el progreso tecnológico, se estaban empezando a hacer un hueco, cómo los shooters.

Hoy volvemos a los salones recreativos para hablar de uno de los clásicos juegos de carreras, Super Off Road, el cual nos permitía disfrutar de unas carreras de coches todoterreno realmente frenéticas y divertidas.