Una de las compañías fetiche que tengo, a pesar de la dificultad de algunos de sus juegos, es Silmarils. Siempre he pensado que fueron unos avanzados a su tiempo, ofreciendo una experiencia de juego realmente novedosa si la comparamos con los juegos de su misma época y dotados de un realismo apabullante. Por poner un ejemplo, Colorado. El mítico juego de la compañía te metía totalmente en la piel de un trampero, es que incluso para disparar había que cargar el arma con la pólvora!