Guía de Broken Sword II: Las fuerzas del mal

Quaramonte

Solución

Al llegar al lugar del eclipse, un pueblo llamado Quaramonte, situado en Sudamérica; hablé con los úNicos seres que tenían algo de información para mí. Eran dos músicos los cuales habían perdido un amigo, encerrado por un fascista de mierda que ostentaba el cargo de jefe militar. Y mira que casualidades del destino que me encontré con Pearl, la esposa de Duane (que también estaba por allí), un agente de la CIA que había llegado con un camión lleno de explosivos. Hablé con los dos, con un hombre cercano al camión y, finalmente, con mi amiga Nico vestida a modo militar.

Los dos, ascendimos a la Sede de la Compañía Minera del lugar, donde hablamos con la jefa (feminista), llamada Concha. También hablamos con un hombre a la izquierda, que era un simple exhibicionista. Pensé que porque Nico haría eso... luego, visitamos la comisaría conociendo al maldito fascista, un general que, además, estaba confabulado con Oubier en una excavación secreta; y hablé con Renaldo, su secretario. Tras intercambiar opiniones con Nico, salí rápido a coger a Oubier con quien conversé un tiempo. Hablé, además, con miguel, que estaba encarcelado por... bueno, por ser quien era; y también con pearl y Duane de nuevo. Era hora ya de ponerse en acción. Volví a la Sede de la Compañía Minera a hablar con Concha sobre Oubier, y luego a la comisaría para hablar con el general sobre el mapa. Al no obtener respuestas, decidí ayudar a liberar a Miguel con Duane. Salí y hablé con Duane sobre Condor y Miguel. Todo iría perfecto, pero necesitaba un detonador, y Concha no me cedía el suyo. Volví a hablar con ella para obtener más información sobre el mapa.

Mis nervios se calmaron ante tal mareo, y me puse manos a la obra. Hablé con Nico sobre el mapa y, aunque me costó, la convencí para que entretuviese al capitán lo suficiente para que yo pudiera seguir con mi plan. pero había otro problema, Renaldo. Tuve que convencer a Pearl para que me lo quitara de encima. Ya solo, vi el mapa con un lugar marcado y entré en los calabozos para hablar con Miguel. Con su información, regresé a donde Concha para obtener de la bruja su detonador, el cual di a Duane. Ya por fin, fui a avisar a Miguel de lo que le iba a caer encima, y Renaldo me capturó mientras me comía yo el marrón solo.

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