Guía de Veil of Darkness

Cuarta Profecía

Solución

“A una niña enferma con tino sanará.”

Curiosamente, comencé a creerme la profecía. Volví al pueblo y entré por la única casa que aún no había visitando, dando a una habitación con un niño. El chico se asombró de mí y quería ver mi avión, aunque de momento le dije que no era buena idea. Él, obviamente, se enfadó. Después bajé las escaleras hasta la fábrica de velas, donde hablé con el dueño, José. Me comentó, al igual que antes hizo su hijo, la muerte de su esposa por un hombre lobo. También me dijo que no le comentara a Antón el nombre de Natalia, una niña que estaba enferma. Antes de irme a hablar de nuevo con Antón, le compré dos velas. Subí donde Antón y, omitiendo el consejo de su padre, le pregunté sobre Natalia. Hablamos sobre la locura que la tenía atada, y sobre los mechones de pelo que se intercambiaban.

Volví a la taberna donde los chismosos hablaban de Erasmo, un orfebre en un pueblo cercano. Allí me dirigí y primero entré en una casa con una anciana, que mascaba algo llamado Betonia. Acto seguido, en la habitación contigua, encontré a Constantino, un historiador que además coleccionaba reliquias. Le compré un talismán y le pregunté por Nikolai y sus hijos, dándome mucha información y la localización del embarcadero. Luego, le pregunté por la Betonia, diciéndome que estaba en el cementerio. Fui a la casa del sepulturero, encontrándome detrás una pala y algo de perejil, y él me comentó algo sobre un Libro de Almas, el cual contenía un registro completo del cementerio.

Ante la descortesía del sepulturero, marché al cementerio donde tuve que hacer frente a unos esqueletos con mi maza ceremonial. Después, recogí algo de Betonia y en un mausoleo, encontré a un sirviente del amo, de Kairn, que no me dejó pasar. Volví al campamento gitano, y pedí una poción a Carmen, en un carromato cercano, la cual me pidió: semillas de hinojo, Betonia, un mechón de pelo del doliente y una jarra con una cara pintada. Tenía dos ingredientes, así que volví al pueblo a por más. El mechón de pueblo me lo dio Antón, y después fui a la taberna donde los chismosos hablaban de alguna tragedía. Subí a las habitaciones y hallé el cadáver desmembrado de Jascha... era terrible. Cogí de su saco una llave y algunas monedas de plata, además de su violín.

Volví a las catacumbas en la casa de Eduardo, abriendo una puerta con una reja gracias a una de las llaves que poseía. Continué por las catacumbas hallando un anillo con un sello, una tea y una jarra con una cara pintada. Fui donde Carmen, y pedí la poción. La hizo y yo se la di a Natalia, encima del almacén. La chica se salvó, y su madre me entregó un alfiler de oro puro como compensación. Después, hablé con Natalia quien me dijo que su padre me esperaba en el cementerio...

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