La popularidad de los videojuegos retro no para de crecer. Cada vez se habla más y más de los pioneros que pusieron los pilares de los juegos que disfrutamos hoy en día. Esta bien merecida fama del mundo retrogaming ha provocado que desde hace unos años muchos medios traten el tema, desde plataformas de vídeo hasta libros, uno de los cuales y más recientes voy a reseñar a continuación.

Mientras paseaba ayer en busca de un regalo rezagado, entré por primera vez a una tienda de cosas "frikis" por la que había pasado por delante en multitud de ocasiones y nunca había entrado. Para mi sorpresa, además del merchandising de juegos que se veía desde fuera, tiene una notable sección de videojuegos retro. En un ataque de pura nostalgia, me compré el mítico Pack Erbe 88, con el que la compañía española reventó las ventas de esas Navidades. En este pack se incluía: Titanic, Chicago 30, Coliseum, Operation WolfPsycho Pigs UXB. De esos cinco títulos, solo nos quedaba el último por hacer review, quizá por ser el menos conocido, aunque en Japón tuvo un notable éxito en las máquinas arcade, luego vendrían los ports.

Para acabar bien el año, hemos colaborado con Selecta Play, el sello de videojuegos de SelectaVisión, para montar un sorteo en la red social Twitter de una Edición Coleccionista y Limitada de Evoland I & II a elegir entre PS4 y Switch. Esta fantástica edición viene en forma de un bonito cofre y contiene, además de los juegos, ilustraciones y monedas conmemorativas.

Los videojuegos están en constante evolución, y desde los primeros juegos, con mecánicas muy sencillas, han ido ganando complejidad a lo largo de los años para ofrecer diferentes experiencias: una buena historia, jugabilidad con multitud de mecánicas y movimientos, partidas online... Y todo esto hizo que los juegos arcade, en los que una jugabilidad directa es la base, fueran quedando cada vez más desfasados. Pero todo vuelve, y ahora hay muchos estudios independientes que se animan con este tipo de juegos que ofrecen diversión jugable desde los primeros minutos. Es el caso de Crystal Chip Collector e, nuestro protagonista de la reseña, en el cual una deidad en forma de gatito adorable tiene que recoger chips a toda prisa.

Hoy vamos a coger la máquina del tiempo y nos vamos a ir lejos, muy lejos, concretamente hasta 1983 (esto es edad totalmente pretérita en el mundo de los videojuegos) para hablar, si no ando errado, del que probablemente sea el primer éxito del software español, La Pulga, también conocido como Bugaboo en el Reino Unido, la génesis de lo que luego sería lo que tantas veces se ha denominado La Edad de Oro del Soft Español.