En la edad de oro del software patrio hay varios personajes fundamentales. Uno de ellos lo tratamos en un anterior Recordando, el inolvidable Paco Menéndez, y otro de ellos fue Andrés Samudio, el mayor creador de aventuras conversacionales de nuestro país, y uno de los más prolíficos de Europa.

A lo largo de la historia de la humanidad no son pocos los genios que nos han dejado prematuramente, muchos de ellos incomprendidos por ser unos avanzados en su época y tener una amplitud de miras que el resto de sus congéneres, y la propia industria a la que pertenecen, no tienen.