Guía de Alone in the Dark 3

Capítulo V

Solución

Abajo, encendí mi lámpara y salí corriendo para que unos murciélagos no me chuparan la sangre. Me encontré ante una situación extraña, pues había unos bloques a los que debía saltar. Saltando llegué hasta delante de un indio, al que tuve que enseñar el palo de guerra para que me dejara pasar, y cogí una caja de cartuchos y una llave. Así llegué hasta un bloque que no tenía escape. Así que usé mi amuleto para que el jefe indio apareciera, y me ayudara a cruzar el umbral convertido en águila. Subí hasta un edificio, donde había un pistolero que abatí con el Winchester. Había otro pistolero, que al abatirle dejó su chistera y una llave.

Con la llave abrí la puerta del otro lado, que daba a una biblioteca. En la biblioteca, hallé tres libros: un libro en blanco, otro que hablaba sobre relojes y otro cerrado. En una mesa, encontré una plancha y en una estatua del fondo hallé un reloj. Con la llave que tenía, abrí el libro cerrado dándome información sobre el libro en blanco. En la mesa de la plancha, había una vela que encendí y, allí mismo, me puse a leer el libro en blanco. A la luz de la vela se vieron letras que hablaban sobre la maldición de un cristal y sobre los barqueros Styx. Salí de la habitación y, haciendo caso del libro de relojes, abrí la puerta del otro lado con el reloj.

Allí estaba Morrison, el amigo de Emily que me dio un story-board. Puse la chistera a una estatua que me cedió dos cajas de cartuchos para mi Winchester. En ese momento, apareció un monstruo que destapó un cristal que hacía mis movimientos más lentos. Cogió a Morrison por la espalda y le mató. Yo, con mi Winchester, acabé con el maldito. Luego me encaminé al cristal, el cual rompí a base de plomo. Después, me metí por dicho hueco hasta abajo.

Afuera, salieron los hermanos Styx. Las balas no los doblegaban, así que coloqué, siguiendo las instrucciones del libro blanco, el palo de guerra en el centro. Sus vidas acabaron inmediatamente. El palo lanzó un rayo a una tumba, en la cual puse el as de diamantes.

Ya lo tenía claro, ¡ésta era la tumba de Jack el Tuerto! Todo coincidía: el as de diamantes, el mensaje que encontré después; aquí había estado Jack el Tuerto y seguramente Stone sería parentela suya o amigo.

La tumba me hizo subir hasta otra habitación, donde había un rollo de película, aceite y carne seca, la cual comí. Usé el frasco de aceite para activar un mecanismo debajo de la cabeza de un oso. Se abrió otra puerta... otra puerta maligna.

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