Recordando
Retro Review Alone in the Dark

El inicio de la pesadilla

Muchos gamers recuerdan la llegada de Resident Evil de Capcom hace ya dos generaciones de máquinas. Su enorme éxito provocó un aluvión de survival's horrors, entre los que destacaríamos las secuelas de Resident Evil y Silent Hill.

A pesar de lo que les pueda parecer a los gamers más jóvenes, mucho antes ya existieron survivals horrors y el que nos ocupa, Alone in the Dark, es un claro ejemplo. De hecho hay una conexión curiosa que puede ser completamente circunstancial, pero me hace gracia comentarla: las primeras entregas de las dos sagas transcurren en una mansión. Ahí lo dejo.

Diseñado por Frédéryck Raynal de Infogrames, el juego está considerado como el primer survival horror en 3D (así lo recoge el Libro Guinness de los Récords: Edición videojuegos 2008), además de ser el primero en utilizar modelos poligonales para los personajes sobre un fondo pre-renderizado. Esta técnica no es algo del pasado, ya que también fue utilizada en Final Fantasy VII.

Bebe de las fuentes de muchos escritores maestros del género. La historia principal está basada, aunque no totalmente, en "La caída de la casa Usher" de Edgar Allan Poe y también podemos encontrar dos grimorios de H.P. Lovecraft como son "Necronomicón" y "De Vermis Mysteriis", ambos de los Mitos de Cthulhu, de hecho, muchos de los enemigos que aparecen en el juego están basados en dichos Mitos. Un grimorio es un libro de conocimiento mágico escrito entre la Alta Edad Media y el siglo XVIII.

Una vez hecha una primera introducción, entremos en harina. En 1924, Jeremy Hartwood, un reputado artista, se ha suicidado en su mansión de Louisiana llamada Derceto (en honor a una deidad siria), ahórcandose. Sin embargo, esta sospechosa muerte no parece sorprender a nadie, ya que sobre la mansión recae una oscura creencia basada en la posesión de las fuerzas del mal.

La policía da por resuelto rápidamente el caso y el suceso es olvidado por la opinión pública. En este punto el jugador debe elegir entre dos personajes: Edward Carnby, un investigador privado que es enviado a la mansión para recuperar un antiguo piano para un anticuario; o Emily Hartwood, sobrina de Jeremy, quien también está interesada en dicho piano porque cree que allí su tío ha dejado una nota explicando el porqué de su suicidio.

En cualquiera de los dos casos, el personaje entrará en la mansión, donde la puerta se cerrará inmediatamente y nos veremos atrapados. Asustados por el suceso inicial, el personaje se dirigirá de mala gana al ático, donde comenzará sus pesquisas, puesto que fue el lugar donde Jeremy se ahorcó.

El juego no es una aventura point & click como las que proliferaban en el año de salida del juego (1992), si no que nosotros deberemos manejar al personaje con las flechas de dirección y realizar las acciones de ataque, algo muy parecido a los juegos que comentaba anteriormente como Resident Evil o Silent Hill. En un principio, empezaremos sin armas y solo dispondremos de nuestros puños y piernas para hacer frente a las amenazas, pero poco a poco podremos recolectar diferentes armas para hacer nuestro camino más sencillo (aunque muchos de los monstruos solo podrán ser matados utilizando nuestra astucia), así como otros objetos que nos ayudarán a avanzar en nuestra aventura, por lo que deberemos estar siempre pendientes de nuestro inventario. La resolución de puzzles estará presente durante todo el juego, así como los libros, que podremos leer para ir esclareciendo los hechos.

El juego no es lineal, ya que muchas estancias de la mansión pueden ser visitadas en diferente orden, según si nuestras dotes de detective nos llevan a un sitio o a otro.

Me he dejado un apunte final, para que veáis que existen muchos paralelismos entre Alone in the Dark y Resident Evil. Al entrar en cualquier estancia, la cámara se situa en un punto fijo, donde veremos a nuestro personaje y todo lo que le rodea desde esa perspectiva, idéntico al juego de Capcom.

Respecto a la acogida de la crítica fue excelente, remarcando especialmente su atmósfera malsana y de terror que, aunque hoy en día debido a la evolución gráfica nos pueda parecer nimia, en su dia no lo fue y a más de uno (y de dos) se le aflojó el esfínter tan solo al llegar al ático.

El juego llegó a contar con dos secuelas directas, aunque más tarde aparecieron otros dos juegos basados en la saga: Alone in the Dark: The New Nightmare en 2001 y Alone in the Dark en el 2008.

Sin duda alguna, un referente en el género de los survival horror.