Recordando
Retro Review Battletoads

Sapos con muy mala baba

Cuando NES estaba dando ya sus últimos coletazos en el año 1991, dando paso a la nueva generación de consolas, Rare desarrolló un beat'm up llamado Battletoads que fue todo un éxito en críticas y ventas.

Tal éxito hizo que el juego no solo quedara para la consola de Nintendo. En 1992 Mindscape hizo una versión para Amiga. Para Mega Drive y Game Gear salió en 1993, desarrollado por Arc System Works, y ese mismo año Rare desarrolló también una versión para GameBoy. La última versión fue en el año 1994 para Amiga CD32, por Mindscape.

La versión para NES al ser publicada en los últimos momentos de la plataforma, es uno de los juegos más avanzados técnicamente de esta. Añadiendo su gran sentido del humor y su extrema dificultad hicieron de Battletoads uno de los juegos más famosos de la época.

El argumento de Battletoads es una simple excusa para meternos en acción. El profesor T. Bird junto a los 3 Battletoads Rash, Zitz y Pimple están escoltando a la Princesa Angelica a su planeta. Lamentablemente, mientras Pimple está dando una vuelta con la princesa son emboscados por la Reina Óscura y secuestra a ambos, llevándolos a Ragnarok, el planeta de la Reina. Rash y Ritz deben de ir a este planeta para enfrentarse al ejército de la Reina y salvar a Pimple y a la princesa.

Después de esta breve introducción, el juego da paso a la acción, donde casi no tenemos tiempo para respirar. El juego tiene varios tipos de fases, de scroll horizontal donde tenemos que ir venciendo a los enemigos a golpes. Fases de descenso mientras esquivamos los peligros y fases de velocidad en una moto aérea (de las más difíciles que he visto en un videojuego).

Uno de los aspectos mejor recordados es la forma de luchar de los protagonistas. En los golpes finales de cada serie de golpes, los Battletoads convertían sus puños y sus piernas en yunkes o botas gigantes, haciendo un efecto muy impactante y divertido en aquella época. Por supuesto, después de tan tremendo golpe los enemigos salían disparados o acababan chafados en el suelo.

Como ya he comentado anteriormente, el juego se recuerda también por su extrema dificultad, así que si os animáis a probar este clásico tened paciencia, sino acabaréis lanzando algo (o a alguien) por la ventana.