Recordando
Retro Review de The Cliffhanger: Edward Randy

Acción y aventuras a golpe de látigo

El cine de acción y aventuras siempre ha estado muy presente en las últimas décadas, siendo uno de los géneros que más público atrae. Sin duda, uno de los personajes que vienen a la mente cuando hablamos de aventuras cinematográficas es Indiana Jones, creado por George Lucas e interpretado por Harrison Ford. El protagonista de hoy es The Cliffhanger: Edward Randy, un arcade que bebe directamente de las aventuras del bueno de Indy.

The Cliffhanger: Edward Randy, también conocido simplemente como Edward Randy, fue publicado en 1990 en los salones recreativos, siendo tanto desarrollado como distribuido por Data East. Yo no lo llegué a ver en su momento, y buscando información no queda claro si el juego fue distribuido fuera de Japón. Según una entrevista a los creadores, se distribuyeron 2000 máquinas del juego en occidente, una distribución muy escasa. Hoy en día se pueden encontrar tres versiones occidentales diferentes en formato ROM, así que todo indica que el juego sí que llegó a occidente, aunque seguramente pasó bastante desapercibido pese a ser un juego realmente espectacular a la vista. Hubo planes de llevar el juego a sistemas domésticos de la época de la mano de Elite, pero finalmente fuero cancelados. También se estuvo desarrollando una versión para Sega Saturn, pero lamentablemente tampoco vio la luz.

El juego nos cuenta una de las aventuras de Edward Randy, quien perfectamente podría haber sido el protagonista de una saga de juegos si esta primera entrega hubiera tenido el éxito que merecía. La historia está situada en la década de 1930. Edward se encuentra un buen día preparándose para una cita con su pareja Jennifer, cuando de repente una chica llamada Charlotte entra en su casa huyendo de un ejército que recuerda al ejército alemán Nazi. Charlotte le explica que el general del ejército, conocido como "Dark Ogre", quiere usar un poderoso prisma creado por el abuelo de Charlotte para activar un arma de destrucción masiva. Para evitarlo, el abuelo le ha dado el prisma a su nieta para que huya con él, y por eso el ejército va tras ella. Edward no necesita saber más para ayudar a Charlotte a detener al malvado general.

Nos encontramos ante un título de acción pura y dura con algunos tramos plataformeros. Admite partidas en cooperativo a dos jugadores, en el que el primer jugador lleva a Edward Randy y el segundo a un clon suyo de diferente color que no tiene ninguna relevancia en la historia del juego. Edward va equipado con un látigo que le permite tanto atacar en diferentes direcciones como usarlos para agarrarse a plataformas y balancearse con él. Además, también puede saltar, correr y rodar por el suelo. Edward se mueve ágilmente por todo el escenario, lo cual nos hará falta para poder enfrentarnos a los numerosos enemigos y peligros que nos encontraremos durante toda la aventura.

Una peculiaridad de Edward Randy es que no encontramos ningún power up ni objetos de salud durante toda la partida, algo bastante establecido en los juegos de acción de la época. El sistema de salud cuesta de entender al principio, ya que está basado en la puntuación que conseguimos derrotando enemigos. Al vencer enemigos recuperaremos salud, y si ellos nos dan o caemos al vacío, perderemos salud.

Esta aventura es puro espectáculo de principio a fin. Casi toda la partida se desarrolla mientras corremos, saltamos y luchamos sobre diferentes tipos de vehículos a toda velocidad: lanchas, coches, camiones, trenes y avionetas. Además, en varios de ellos se cambia el ángulo de la cámara, pasando de scroll horizontal a frontal, con un efecto muy parecido al que podemos ver en otros juegos como Out Run. Los enemigos no son demasiado variados, siendo en su mayoría soldados, pero sí son variadas las situaciones en las que nos atacarán, ya que los veremos conducir aviones, coches, lanchas y motocicletas para darnos caza. También nos enfrentaremos a enemigos más poderosos, como unas mujeres capaces de invocar rayos o soldados acorazados. Por supuesto, al final de cada nivel nos espera un impresionante jefazo, como un enorme robot que ocupará gran parte de la pantalla.

La dificultad es elevada, como podemos esperar en un juego de recreativa. No tendremos ni un momento de respiro, ya que los enemigos son muy numerosos y aparecen por todas partes del escenario. A esto se le suma que durante las pantallas no paran de suceder cosas: explosiones, rayos, vehículos saltando por los aires... seguramente la primera o primeras partidas nos costará situarnos. Una vez conocemos los escenarios y las habilidades del protagonista la partida se hace más llevadera. En cuanto a duración, la partida completa es de unos 25 minutos.

A nivel técnico es realmente increíble, sobre todo teniendo en cuenta que es un juego de principios de los 90. Todos los escenarios son para quitarse el sombrero (seguramente el fedora que lleva Indy), desde la batalla sobre aviones a nivel del mar y con una catarata de fondo hasta la persecución en lancha sobre los canales de una ciudad europea. Y no solo eso, sino que todo se mueve fluido sin importar cuantos elementos haya en pantalla. En el apartado musical también da la talla, con melodías que también evocan al cine de aventuras.

Cerraremos el artículo con una curiosidad. Como hemos comentado al principio del artículo, hay diferentes versiones del juego. En las dos primeras versiones del juego, hay diferentes cinemáticas que nos explican la historia del juego, y los niveles están algo "desordenados", ya que los dos primeros relatan la parte final de la aventura, y en los siguientes se hace un flashback que explica como Edward ha llegado a esa situación. En cambio, en la tercera versión se eliminan todas las cinemáticas menos la inicial y la final y el orden de los niveles es el cronológico.

The Cliffhanger: Edward Randy es un espectacular y excelente juego de acción que no tuvo el éxito que merecía en su momento, ya que tiene todos los ingredientes para haberlo cosechado. Si os gustan este tipo de arcade, no dudéis en echarle un ojo, no os defraudará.