Recordando
Retro Review de Face Off!

A mamporros mientras jugamos al hockey

Últimamente no paro de recordar videojuegos deportivos. Hace dos semanas os hablé de Kick-Off 96, un juego que siempre se me hizo cuesta arriba y anteriormente del peculiar M.U.D.S. Pues bien, hoy os traigo FaceOff!, un videojuego de hockey que, si no voy errado, es el primero que analizamos en NoSoloBits. El juego fue desarrollado por MindSpan, conocidos por ser los autores de la saga HardBall y distribuido for GameStar, una de las compañías relacionadas con juegos deportivos más importantes del momento.

¿Y por qué FaceOff!? Pues porque de pequeño me fascinaba que en un juego de hockey sobre hielo de repente se parara el juego y se liaran a mamporros. Pero no adelantemos acontecimientos. Para empezar, como todo juego deportivo que se precie, tenemos que configurar algunos parámetros como qué tipo de torneo queremos jugar, el nivel del adversario o, algo bastante curioso, con qué normas queremos jugar dentro de las que ofrece el juego.

Una vez seleccionada la configuración deseada, pasaremos a la alineación de jugadores y el partido comenzará. Lo primero de todo, será el saque inicial donde, a través de una vista detallada, veremos nuestro stick y el del contrincante, así como el puck (el disco con el que se juega al hockey). El objetivo será llevárnoslo nosotros y es importante dominar este lance del juego, porque para los fueras de juego (offsides) también nos enfrentaremos a lo mismo.

En la actualidad, estamos acostumbrados a saber qué jugador manejamos a través de un aura en el suelo alrededor del jugador o bien con una flecha en la cabeza, aquí optaron por una solución que no recuerdo haber visto en otro juego: un punto grande amarillo en el centro del jugador. Al contrario que Kick-Off 96 (sí, le voy a dar otra vez cera), aquí la conducción del puck es muy sencilla, siempre estará pegado a nuestro stick aunque cambiemos de dirección. Pero no todo será tan fácil, el hockey sobre hielo es un deporte de mucho contacto y no será nada extraño que nos intenten derribar, aunque también puede haber robo del puck limpio si metemos el stick en el momento adecuado.

Además de los pases, lo que sí tendremos que dominar es el tiro a puerta. Para hacerlo más espectacular, cuando íbamos a lanzar desde según que lugares, el juego cambiaba a una vista en tercera persona, donde veíamos a nuestro jugador prepararse para el lanzamiento y al portero rival, teniendo que decidir a qué lado íbamos a lanzar el puck. Parecerá una tontería, pero en aquél momento le aportaba una dosis de realismo bastante importante al juego.

Y, ahora sí, el momento que estábamos esperando. Las peleas. En algunas ocasiones al realizar o recibir una falta, los jugadores dejaban el stick en el suelo, se quitaban los guantes y se enzarzaban en una pelea. Al igual que pasa con la vista de disparo, el juego cambia a una vista lateral en tercera persona, donde tenemos que lanzar golpes al mentón o al hígado mientras con nuestra guardia nos tenemos que proteger de los que lanza el rival. El perdedor, además de la humillación de haber sido derrotado, era expulsado durante un tiempo, mientras el vencedor celebraba y jaleaba la victoria alzando su stick.

Como ha pasado con la gran mayoría de juegos deportivos, han sido ampliamente superados en jugabilidad y espectacularidad, por lo que no son tan apetecibles de ser rejugados como, por ejemplo, las aventuras gráficas, un NHL está a años luz. Pero el videojuego, dentro de su sencillez, sigue siendo muy disfrutable.