Recordando
Retro Review de Antarctic Adventure

Aventura por la Antártida a toda velocidad

El título que nos ocupa hoy es Antarctic Adventure, un clásico de Konami que se originó en MSX, un ordenador en el que está compañía hizo verdaderas maravillas, como el propio Antarctic Adventure u otros juegos como Metal Gear o Vampire Killer.

Antarctic Adventure se publicó a finales de 1983 en Japón, y en Europa en 1984 para el mencionado MSX. En 1984 también se publicó una versión para Colecovision en Estados Unidos, y en 1985 llegó a NES, pero de forma oficial solamente en Japón. Curiosamente, este juego se pudo jugar fuera de Japón gracias a las consolas clones de NES, ya que algunas lo llevaban en la memoria, y también a los cartuchos no oficiales que llevaban múltiples juegos. De hecho, es la versión que recuerdo jugar de niño, ya que tuve uno de estos clones de NES. La imágenes que acompañan al artículo son de esta versión.

El protagonista del juego es un simpático pingüino que tiene el objetivo de recorrer la costa de la Antártida usando estaciones de investigación de diferentes países como puntos de control. En este juego el protagonista aún no tenía nombre, pero más tarde se conoció que su nombre era Penta. Este Pingüino fue una de las mascotas de Konami, y apareció en bastantes juegos de la compañía en los 80 y los 90. Entre estos juegos se encuentra Penguin Adventure, la secuela de Antarctic Adventure, la cual sigue una jugabilidad muy similar, pero añade más variedad de niveles, la posibilidad de comprar objetos de mejora y algunos minijuegos. Otra gran saga en la que podemos encontrar a Penta es Parodius, siendo uno de los personajes seleccionables.

Una vez en la partida, el juego usa la cámara trasera típica de los juegos de conducción, y vemos a Penta de espaldas. Podemos controlar tanto la posición como la velocidad de Penta. Nuestra misión es ir a la máxima velocidad posible a la par que esquivamos los diferentes obstáculos que nos harán perder velocidad si chocamos contra ellos. Estos obstáculos son agujeros pequeños, los cuales pueden estar vacíos o con un león marino, y otros agujeros más grandes. Para los agujeros vacíos, podemos saltarlos por encima, pero si en ellos hay un león marino, tenemos que movernos ya que chocaremos con él incluso saltando.

A lo largo de la carrera salen diferentes objetos que podemos recoger para aumentar nuestro marcador de puntos. Estos objetos son pececitos que saltan desde los agujeros y banderas. Hay una bandera que parpadea, que además de darnos puntos también nos da un gorro con una hélice (parecido al de Doraemon) que nos permite mantenernos en el aire durante unos segundos cuando saltamos, pero se gasta con un solo uso.

El juego no tiene final, el objetivo es conseguir la mayor cantidad de puntos posible. Está formado por diez niveles diferentes, y cuando los completamos empezamos de nuevo desde el primer nivel, pero aumentando la dificultad, con más obstáculos por pantalla. Una vez nos quedamos sin tiempo, es Game Over sin oportunidad de continuar. Aún así, no es un juego excesivamente difícil, sabiendo ajustar la velocidad según la situación y conociendo un poco los niveles hará que superemos los diez primeros sin muchos problemas.

Los gráficos de Antarctic Adventure son muy llamativos. El efecto de profundidad está muy bien conseguido, y el escenario, aunque sencillo, está muy bien representado. Se echa en falta más variedad de escenarios, pero al estar basado en la Antártida no podemos esperar mucho más. La música está bien, pero solo hay un tema, el cual es una versión de "The Skaters' Waltz" de Émile Waldteufel.

Antarctic Adventure es un buen juego tanto de carreras como de plataformas con una mecánica sencilla pero adictiva y divertida. Además, tiene una segunda parte que le añade más variedad y duración si este primer título nos sabe a poco.