Recordando
Retro Review de Solstice

Puzzles y plataformas en vista isométrica para NES

Durante su longeva vida, la consola NES gozó de una salud de hierro, con un gran catálogo de juegos en el que podíamos encontrar géneros para todos los gustos. Entre este vasto catálogo se encuentran algunos títulos que destacan por ofrecer mecánicas bastante diferentes a las que estamos acostumbrados a ver en este sistema. Este es el caso de Solstice, un juego que no solo combina puzzles y plataformas con soltura, sino que además lo hace en una vista isométrica muy conseguida que recuerda a otros títulos como Knight Lore.

Solstice: The Quest for the Staff of Demnos (aunque se le conoce más como Solstice) llegó a las tiendas en el año 1990. Fue desarrollado por el estudio británico Software Creations y publicado por Nintendo en Europa y por Sony en otros territorios (En Norte América bajo el sello CSG Imagesoft y en Japón bajo el sello Epic). Solstice fue el primer juego original creado por Software Creations, que anteriormente solo habían hecho conversiones de juegos para sistemas de 8-bits. En 1993 se publicó una secuela para SNES, llamada Equinox.

El protagonista del juego es un hechicero llamado Shadax, quien presencia el rapto de Eleanor, la princesa de Arcadia, por el malvado Morbius, quien está llevando a cabo un ritual en el hay que sacrificar a una dama para así convertirse en el Barón de la Oscuridad y dominar el mundo. Shadax no puede impedir el rapto, pero no se resigna y se adentra en la fortaleza de Morbius, llamada Kâstleröck para rescatar a Eleanor. Primero tiene que poder vencer a Morbius y para ello tiene que recuperar el poderoso cetro de Demnos, el cual está dividido en seis piezas repartidas por toda la fortaleza. Normalmente estas piezas están ocultas, pero cada 100 años en el Solsticio de Invierno se hacen visibles.

Solstice se presenta en una vista isométrica en la que podemos ver a Shadax, el personaje principal, en la sala en la que nos encontremos, y podemos entrar a las salas contiguas a través de puertas, y en algunos casos cambiar también de nivel usando plataformas. El juego dispone de la friolera cantidad de 250 salas, cada una de ellas con un puzzle a resolver. Las habilidades básicas de Shadax son saltar y coger objetos. Los objetos más básicos son plataformas que nos servirán para resolver el desafío de la habitación en la que lo encontramos. Por ejemplo, en algunas habitaciones tendremos que coger un objeto para soltarlo cerca de una muro y así poder ganar más altura y pasar por encima de este. 

Además de estos objetos básicos, encontramos otros que nos darán habilidades especiales, como las botas que nos permiten saltar más alto, cuatro llaves que nos permitirán acceder a nuevas zonas, sombreros que nos otorgarán una vida extra, créditos para poder continuar en caso de quedarnos sin vidas y por último cargas para las valiosas pócimas que podemos usar. Hay cuatro pócimas diferentes, las cuales podemos seleccionar desde el menú del botón select y usar pulsando el botón start. Son las siguientes:

  • Azul (Escudo de Vida): Invencibilidad temporal.
  • Púrpura (Elixir de la destrucción): Destruye todos los enemigos de la habitación.
  • Amarilla (Guardián del Tiempo): Para el tiempo, congelando todos los objetos.
  • Verde (Los ojos de lo Oculto): Revela objetos invisibles, como plataformas.

En el menú del juego, además de las pócimas disponibles también podemos ver un mapa mágico que nos será imprescindible para orientarnos, ya que va mostrando todas las salas por las que ya hemos pasado. Además, este mapa muestra puertas secretas que aún no se han revelado porque nos hace falta realizar alguna tarea previa. En este mismo menú también podemos ver las vidas que tenemos y que objetos hemos recogido.

Por supuesto, las salas están llenas de peligros que querrán acabar con nosotros. Hay diferentes tipos de enemigos, cada uno con su patrón de movimiento, por ejemplo, hay algunos que irán patrullando la sala, mientras que otro nos perseguirán para darnos caza. Si esto no fuerza poco, también hay multitud de trampas, como plataformas repletas de pinchos o otras que desaparecerán al pisarlas. Shadax es un hechicero muy débil, y perderá una vida al recibir cualquier tipo de daño.

El objetivo de Solstice es desentrañar todos los secretos de la fortaleza para así poder llegar a las salas en las que se encuentran cada una de las seis piezas del cetro. Una vez tengamos el cetro en nuestro poder, podemos acceder al final del juego. No es una tarea nada sencilla, ya que en algunos momentos no sabremos bien por donde tirar y el juego da pocas pistas al respecto. Además, hay partes que requieren de mucha habilidad, ya que el mínimo error supondrá la pérdida de una vida, y una vez nos quedamos sin vidas y continuaciones hay que empezar desde el principio. Recomiendo encarecidamente leer el manual del juego, así como ver la demo al inicio del juego, dan pistas muy útiles que nos ayudarán en los primeros minutos de aventura. La exploración también será clave para nuestro éxito, ya que podemos encontrar salas secretas con jugosos secretos, como vidas extra o continuaciones.

La factura técnica del juego es muy buena. No solo por la vista isométrica, con escenarios que aunque se echa en falta un poco de variedad de color, tienen un buen nivel de detalle, sino también por otros aspectos como la estupenda introducción del juego, o las ilustraciones de los objetos especiales que cogemos durante la aventura. En cuanto a la música, es de buena calidad y acompaña bien al ritmo del juego, aunque no es muy variada. Mención especial a la melodía del título del juego, la cual es realmente memorable.

Solstice destaca en el catálogo de NES no solo por ser una propuesta diferente en jugabilidad y estilo gráfico, sino también por ser un producto de muy buena calidad. Si queréis un juego que rete tanto vuestra habilidad como vuestro ingenio, dadle una oportunidad.