Recordando
Retro Review de Wrecking Crew

Un juego demoledor de acción y puzzle

Hoy volvemos a la época de la prolífica NES para hablar sobre otro de los juegos protagonizados por Mario y Luigi, los cuales parece ser que probaron varios empleos antes de encontrar su vocación de héroes en el Reino Champiñón. Este juego no es otro que Wrecking Crew, un estupendo juego de acción y puzzle en el que los hermanos Mario deben demoler todos los edificios que se les pongan a su paso a base de martillazos.

Wrecking Crew fue desarrollado y publicado por Nintendo. El proyecto fue diseñado por Yoshio Sakamoto, que ha demostrado ser uno de los miembros claves en la compañía, trabajando en grandes sagas como Metroid, siendo el director o productor de muchos de sus títulos, como en el próximo Metroid Dread, en el cual está trabajando como productor. El compositor musical fue Hirokazu Tanaka, el cual también tiene una gran trayectoria en la compañía, siendo responsable de grandes bandas sonoras como la de Donkey Kong, Super Mario Land o el mismo Metroid. Fue el primer juego para el arcade VS. creado por Nintendo, y se publicó bajo el nombre de VS. Wrecking Crew en 1984. En 1985 llegó la versión doméstica para NES con el nombre acortado a Wrecking Crew, aunque en Europa no llegó hasta 1987. En 1989 salió también para Famicom Disk System. El juego ha sido relanzado a lo largo de los años en otras plataformas, como GBA en 2004, Wii en 2007, 3DS en 2011 y Wii U en 2013. En 1998 salió para SNES una secuela titulada Wrecking Crew '98, la cual toma las bases de la primera entrega, pero enfocándolo como un juego exclusivamente de puzzle. Lamentablemente, solo salió en Japón.

Al iniciar el juego en su versión para NES, la que vamos a analizar en este artículo, este nos permite tres opciones. Podemos jugar de forma individual, a dos jugadores de forma alterna y ver quien consigue una mejor puntuación, y por último tiene un editor de niveles, en el que podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación. En la versión para Famicom los niveles diseñados por el jugador se podían guardar gracias al periférico Famicom Data Recorder, que permitía guardar y cargar datos mediante un cassete, pero en la versión para NES no era posible guardar los niveles y se perdían al reiniciar el juego, con lo que el editor perdía bastante sentido. En la versión para Famicom Disk System se podía guardar en el mismo diskette. Curiosamente, la función de guardar los niveles también se recuperó en la reedición digital que salió para Wii.

Una vez en la partida, el primer jugador controla a Mario y en el caso de que haya un segundo jugador, controla a Luigi. El juego está formado por nada menos que 100 niveles en los que el objetivo de cada uno es demoler todos los elementos de piedra existentes. Para ello, Mario y Luigi van equipados con un poderoso martillo que les permite destruir esos objetos. Debido al peso del martillo, los protagonistas no pueden saltar, así que tienen que usar escaleras para poder acceder a niveles superiores. Aquí es donde está la gracia de este título, no solo basta con destruirlo todo, sino que tenemos que hacerlo de forma que no nos bloqueemos el acceso a otras partes del nivel al demoler algunos elementos. Por ejemplo, al destruir una escalera, o bien romper una viga que haga que un bidón se interponga en nuestro camino. En algunos niveles encontramos bombas que al explotarlas con nuestro martillo volarán por los aires los elementos que tengan a su alrededor (obteniendo así puntos extra), pero cuidado que también pueden hacer que caigamos al primer piso si nos alcanza la explosión. Por último, encontramos algunos objetos que podemos usar en nuestro beneficio, como los ya mencionados bidones para atrapar enemigos (aunque cuidado, que nos pueden atrapar a nosotros), o puertas que harán que los enemigos entren y vayan por la parte trasera del escenario, impidiendo que nos puedan dañar.

El juego tiene un curioso sistema de bonificación.  Por ejemplo, en algunos niveles si destruimos los bloques en un cierto orden, cada bloque revelará una letra del nombre del personaje con el que estemos jugando, y si conseguimos revelar todas, obtendremos una vida extra. También obtendremos bonus si hacemos estallar tres bombas de un nivel en un orden concreto, y según el nivel y el número de martillazos que hayamos dado hará que salga un objeto de bonus u otro. Estos objetos son diferentes estatuas que nos dan una cierta cantidad de puntos, o el preciado Martillo Dorado, que es más potente que el martillo normal y además permite aturdir a enemigos, enviándolos a la primera planta del nivel.

En cuanto a los enemigos, encontramos diferentes tipos, cada uno con su patrón de movimiento, los cuales deberemos estudiar para saber como esquivarlos de la mejor forma posible. Además, en el piso en el que estemos van apareciendo unas molestas bolas de fuego que también tenemos que esquivar. Entre estos enemigos hay uno muy curioso que es el capataz Spike, un tipo que nos perseguirá y no nos matará al tocarnos, pero si que nos hará la vida imposible intentando destruir objetos y haciéndonos caer de la planta en la que estemos. En el juego hay algunas pantallas de bonus en las que tenemos que tenemos que competir contra Spike para ver quien encuentra antes una moneda que hay escondida en un bloque de piedra.

La dificultad del juego es elevada, no solo por su estilo arcade y desenfrenado, sino porque superar todos los niveles de una tirada requiere una cantidad de tiempo notable, del orden de horas.  Al empezar la partida disponemos de cinco vidas, y una vez se acaben será Game Over y perderemos la puntuación del marcador de puntos, pero el juego nos permitirá continuar desde el último checkpoint, los cuales son cada diez niveles.

A nivel técnico es un juego sencillito, ya que estamos hablando de un juego de 1985, pero es bastante resultón por la cantidad de objetos y personajes que muestra en pantalla, así como las físicas que utiliza tanto al destruir objetos en cadena como cuando caen objetos de pisos superiores al destruir columnas. Las músicas que acompañan al juego son bastante amenas, y aunque se repitan continuamente no llegan a cansar.

Wrecking Crew es un juego muy divertido y original, que no solo nos exige una gran habilidad con el mando, sino también estrujarnos las neuronas para superar cada uno de los 100 niveles que lo componen. Todo un clásico de NES que se mantiene fresco a día de hoy.