Recordando
Retro Review de Violent Storm

Héroes postapocalítipticos de la mano de Konami

Tengo que confesar que siento debilidad por los juegos del género beat'em up. Hay muchos que recuerdo con cariño de la época de los arcade, pero otros tantos no los pude llegar a disfrutar, incluso ni los llegué a conocer. Hoy en día aprovecho para descubrir algunos de esos juegos que se me escaparon entonces, y de paso comparto mi experiencia con vosotros en esta humilde página. Nuestro protagonista de hoy es uno de esos juegos que me perdí en su época, y estoy contento de poder descubrirlo ahora, ya que se trata de un juego realmente frenético y divertido.

Violent Storm fue desarrollado y distribuido por Konami, publicando el juego en 1993. Este título se quedó exclusivamente para sistemas arcades, y es una pena porque es un juego de gran calidad. De hecho, ha quedado bastante olvidado con el paso del tiempo, ya que tampoco se han hecho versiones comerciales en plataformas modernas ya sea en solitario o en alguna recopilación. Se considera la tercera parte de la trilogía Crime Fighters de Konami (continuando al juego Vendetta), y recuerda en ciertos aspectos, pero lo cierto es que se sitúa en un mundo completamente diferente, así que puede pasar por una entrega completamente independiente.

La historia del juego se sitúa en un mundo arrasado por una tercera guerra mundial con consecuencias catastróficas. La humanidad está en proceso de reconstruir la civilización, pero como siempre pasa en estos juegos, bandas de maleantes surgen para aprovecharse de la situación y hacerse los dueños de las ciudades. El juego está protagonizado por Wade, Kyle y Boris, 3 héroes que ayudan a los más desprotegidos de la banda de Geld, la mayor banda criminal de la zona. La historia del juego comienza cuando raptan a su amiga Sheena delante de sus narices, y sin pensarlo salen corriendo en su ayuda. De esta forma, matarán dos pájaros de un tiro por una parte ayudando a su amiga y por otra dando un golpe demoledor a los criminales. Quiero destacar que aunque el juego está basado en un mundo arrasado, lo muestra de una forma muy colorida y llena de humor, con personajes muy estrambóticos y peculiares que dan paso a situaciones muy cómicas que nos provocarán más de una sonrisa.

Tanto al empezar la partida como cuando usamos una continuación, podemos elegir a cualquiera de los 3 personajes disponibles. El juego permite multijugador de hasta 3 jugadores simultáneos. Cada personaje tiene sus peculiaridades, que vemos a continuación:

  • Wade: El típico luchador balanceado del juego tanto en ataque, velocidad y defensa. Además, va vestido de una forma muy elegante y llamativa.
  • Kyle: El personaje más ágil y rápido de los 3. Ataca y se mueve muy veloz, pero causa menos daño y tiene menos defensa. Tiene la habilidad especial de pegar patadas a gran velocidad.
  • Boris: Es el peso pesado del equipo. Este personaje es bastante peculiar porque al disponer de más fuerza, puede coger objetos que los otros no pueden, así como agarrar más rápido a los enemigos, e incluso saltar con ellos agarrados para hacer llaves de lucha.

El juego se controla con un joystick con el que nos podemos mover libremente por el escenario y con 2 botones, uno de ataque y otro de salto. Según la combinación que pulsemos con el joystick, podemos realizar diferentes combos, los cuales irá bien dominarlos para enfrentarnos a los diferentes tipos de enemigos que nos esperan. Además, pulsando ambos botones a la vez podemos ejecutar una táctica especial que dañará a todos los enemigos cercanos, pero también nos quitará vida a nosotros. Cuando nos acercamos a los enemigos lo suficiente podemos agarrarlos para golpearles y lanzarlos por aires, muy útil para dañar a varios enemigos a la vez. Al igual que en Vendetta, también podemos atacar a enemigos que estén en el suelo para quitarles algo de vida, pero hay que ir con cuidado ya algunos pueden contraatacar mientras están tendidos en el suelo.

Por los diferentes escenarios encontramos multitud de objetos que podemos romper, y según cuales también coger y lanzar para dañar a los enemigos. Dentro de estos objetos podemos encontrar de diferentes tipos. Podemos coger objetos de puntos, comida que nos rellenará la barra de vida y diferentes tipos de armas, algunas cuerpo a cuerpo y otras arrojadizas. La variedad de armas no es muy elevada, aunque hay algunas bastante curiosas, como un balón de football americano que va rebota de forma aleatoria cuando lo lanzamos. Hay enemigos que también van armados, pero lamentablemente no podemos arrebatarles sus armas para usarlas.

Uno de los platos fuertes del juego es la variedad que hay entre los 7 niveles que lo componen, y todos ellos llenos de detalles en el fondo que hacen que queramos rejugar a ver si nos hemos perdido algo en una anterior partida. Empezamos la aventura en un parque con una ciudad en ruinas al fondo, y desde ahí pasamos por un tren en marcha, una fábrica e incluso una cocina infestada de ratas. Por último, acabamos en un museo que tiene cuadros de los jefes a los que hemos derrotado, para finalmente llegar a la batalla final.

Hablando de enemigos, no son tan variados como los escenarios, pero sí lo suficiente como para que no se hagan excesivamente repetitivos durante la duración del juego. Como suele ser habitual en estos casos, empezamos enfrentándonos a esbirros de medio pelo en la primera fase, pero a medida que avanzamos enemigos más duros salen a nuestro paso. Por ejemplo, no falta el típico enemigo obeso que escupe fuego y se lanza hacia nosotros. También nos tendremos que enfrentar a unas chicas najaveras que nos pondrán las cosas muy difíciles. Los jefes de final de pantalla son dignos de mención, algunos realmente surrealistas como una estatua de un culturista que cobra vida, o un tipo protegido por unas sartenes. Cada uno de ellos tiene su patrón de ataque y defensa, que deberemos saber al dedillo si no queremos perder vidas y más vidas contra ellos.

A nivel gráfico es un juego muy bueno. Los sprites de los personajes son enormes y llenos de detalles, además de estar cargados de diferentes animaciones, tanto protagonistas como enemigos. El juego es realmente frenético, se mueve a gran velocidad y no nos dejará apenas respiro, y sin apenas ralentizaciones que afecten al juego. Los escenarios, como he comentado antes, están llenos de detalles y son muy pintorescos. Quizás se echa de menos algo más de movimiento en el fondo de algunos de ellos, pero se compensa con multitud de elementos con los que podemos interactuar.

La música es otro de los puntos que llaman mucho la atención de Violent Storm. Las melodías son de una gran calidad, y algunas de ellas incluso van acompañadas de voces, algo muy raro en aquella época. Todas ellas son músicas muy animadas para que no perdamos el ritmo durante la partida. Además, el juego tiene multitud de efectos de sonido y de voces digitalizadas que le dan variedad a la partida.

A nivel de dificultad, obviamente nos encontramos ante un arcade exigente, aunque creo que está por debajo de otros exponentes de la época. Las 2 primeras pantallas son bastante manejables, y a partir de ahí el juego se complica bastante. Tiene bastantes altibajos, ya que habrá veces que saldrán muchos enemigos que nos acosarán por todos lados, pero en otras nos darán un respiro.  Por supuesto, al final del nivel nos esperan los ya comentados enemigos finales que nos harán sudar tinta, sobre todo el enemigo final del juego.

Para ir cerrando el artículo, os comento una curiosidad que podemos ver al final del juego y que hace referencia a otros juegos de Konami. En la última vemos a unos esbirros disfrutando de unas partidas a un par de arcades. En uno de ellos podemos ver a Penta, el pingüino que protagonizó Antartic Adventure, y lo hemos podido ver en otros juegos como Parodius. El segundo arcade que vemos es Scramble, un shoot'em up de Konami de 1981.

Violent Storm es un gran beat'em up, a mi parecer injustamente olvidado. Tiene todos los elementos que hacen de él un beat'em up muy divertido, y además va acompañado de una factura técnica realmente impresionante. Si no lo habéis podido disfrutar como fue mi caso, no dudéis en hacerlo.