Recordando
Retro Review de Spider-Man (Atari 2600)

Spider-Man contra el Duende Verde

Desde el comienzo de los videojuegos, una de las grandes fuentes de inspiración de los desarrolladores ha sido el mundo de los cómics y los dibujos animados. Hoy vamos a analizar Spider-Man para Atari 2600, el cual no fue solo el primer videojuego basado en este famoso superhéroe, sino también el primero basado en un cómic de Marvel.

Spider-Man fue publicado para Atari 2600 en el año 1982 por Parker Brothers, una de las grandes marcas americanas de juguetes. Viendo la gran aceptación que estaban teniendo los videojuegos domésticos, Parker Brothers no dudó ni un segundo en introducirse en ese mercado. Como muchos juegos de la época, fue desarrollado por una sola persona, y en este caso por una mujer: Laura Nikolich, quien diseñó el juego y escribió todo el código. David Lamkins fue el compositor de la música y los efectos de sonido del juego. El juego fue bien recibido, y con el paso de los años se ha convertido en uno de los clásicos de la consola de Atari.

Una vez iniciado el juego, vemos al bueno de Spider-Man trepando por un edificio. Antes de empezar la partida, podemos elegir en que nivel de dificultad queremos jugar. El objetivo de cada uno de los niveles del juego es trepar por el edificio del nivel para desactivar una gran bomba que ha plantado el malvado Duende Verde (o Green Goblin). Una vez desactivada esa bomba, pasamos al siguiente nivel. Para trepar por el edificio hay que usar las telas de araña, que podemos lanzar tanto en vertical como en diagonal. Hay que tener en cuenta que solo podemos engancharnos en los muros del edificio, en otro caso Spider-Man caerá y tendremos que tirar otra tela para volver a engancharnos antes de que caigamos al suelo y perdamos una vida. En la parte inferior de la pantalla vemos una barra que indica nuestra reserva de tela de araña, que actúa como tiempo que tenemos para acabar el nivel. Si esta barra llega a cero, Spider-Man no tendrá con que sujetarse y caerá al vacío, perdiendo una vida.

En cada uno de los niveles encontramos una serie de peligros que hay que evitar. En las ventanas de los edificios salen de forma aleatoria una serie de secuaces del Duende Verde que nos harán caer si están en la trayectoria de nuestra tela de araña. Al llegar a la parte superior del edificio, aparecen una serie de bombas que también nos harán caer si nuestra tela de araña les impacta. Como lado positivo, si conseguimos cazar a uno de los esbirros o desactivar una de las bombas (haciendo que Spider-Man pase sobre ellos) se recargará un poco la barra de tela de araña y incrementarán nuestro marcador de puntos. En el caso de las bombas, cuando están a punto de estallar se vuelven de color rojo, y si las desactivamos en este estado nos darán una cantidad mayor de puntos. Por último en algunos puntos del edificio encontramos al Duende Verde, a  quien tendremos que esquivar mientras se mueve en horizontal.

Si nos entretenemos mucho tiempo en una pantalla, capturando esbirros y desactivando bombas, el Duende Verde se hartará y activará la super bomba que hay en la cima del edificio. En tal caso, tenemos un tiempo limitado antes de que explote la bomba. Si la bomba explota antes de que la desactivemos, perderemos una vida.

Cada vez que pasamos una pantalla, el nivel de dificultad aumenta cambiando diferentes parámetros. Por ejemplo, la barra de tela de araña se vacía más rápidamente, los edificios son más altos, el Duende Verde nos acosa en más puntos del edificio o aparecen más bombas en la parte superior del edificio.

El juego no tiene fin, el objetivo es sobrevivir el mayor tiempo posible y así alcanzar la mayor cantidad de puntos posible. Una buena estrategia para avanzar es capturar todos los esbirros posibles en la primera parte del edificio para tener la barra de tela de araña al máximo, y cuando lleguemos a la parte de las bombas, aprovechar los laterales del edificio, en los cuales ni aparecen bombas ni hay huecos que nos puedan hacer caer. De esta forma y con un poco de práctica podemos conseguir buenas puntuaciones en poco tiempo.

A nivel gráfico hay que decir que es un juego bastante sencillo, pero resultón entre los juegos de Atari 2600. Se puede reconocer perfectamente a Spider-Man y al Duende Verde, así como los otros elementos de los niveles. Los edificios siguen todos un patrón muy parecido, y van variando de color para que el juego no se haga demasiado monótono. La música es bastante escasa, pero escuchamos un pequeño fragmento al empezar cada nivel. También escuchamos diferente sonidos, como el lanzamiento de la tela de araña, la explosión de las bombas o cuando Spider-Man empieza a caer al vacío.

Spider-Man es un clásico de Atari 2600 que a mi parecer tiene bastante encanto, además le tengo un cariño especial ya que fue de los primeros videojuegos a los que jugué. Obviamente, el juego ha quedado completamente desfasado, pero su jugabilidad sigue siendo bastante sólida, y eso es algo que hay que tener en cuenta en un juego tan antiguo.