Recordando
Retro Review de Out Run

El arcade de conducción que hizo historia

Hoy toca hablar de uno de los pesos pesados de la historia de los videojuegos. El protagonista de hoy no es otro que Out Run, un arcade de conducción creado por Sega, el cual revolucionó los salones recreativos de los años 80 a nivel mundial y se convirtió en uno de los juegos más influyentes del género. Cualquiera que conozca el juego reconoce su excelente puesta en escena, un flamante Ferrari rojo en un paisaje paradisíaco, conducido por un hombre acompañado de una chica rubia.

Out Run fue lanzado en el año 1986. El diseñador del juego fue Yu Suzuki, quien ya había demostrado su talento en juegos anteriores como Hang-On y Space Harrier. El compositor musical fue Hiroshi Kawaguchi, que también trabajó en los juegos mencionados junto a Yu Suzuki. Después de las buenas ventas de Hang-On y Enduro Racer, ambos títulos de motociclismo, Sega dio luz verde para trabajar en otro proyecto similar. Esta vez, Yu Suzuki decidió cambiar a un juego de conducción de coches. En un principio el juego iba a estar ambientado en Estados Unidos, pero finalmente se decidieron por Europa, así que Yu Suzuki estuvo dos semanas de tour por el continente para coger ideas. En ese viaje también cogió la idea de usar el famoso Ferrari Testarrosa como modelo para el coche del juego. Un equipo de 10 personas se encargó del proyecto, y después de 10 meses de intenso trabajo y de muchas horas extra, el juego estuvo listo para salir al mercado.

El juego fue distribuido en 4 muebles arcade diferentes. Todos ellos iban equipados con un volante, una palanca para cambiar de marcha, un pedal de aceleración y otro de freno. 2 de los muebles eran de estar de pie, y uno de ellos simulaba la resistencia del volante al girar. Las otras 2 recreativas eran de estar sentado, los mueble tenía forma de coche y se movían acorde a los movimientos del juego, una auténtica pasada.

La recepción del título fue excelente, tanto a nivel de prensa como de público, convirtiéndose rápidamente en uno de los títulos estrella de los salones recreativos. Tal éxito hizo que Sega versionara el título a numerosos sistemas domésticos de la época y también posteriores, desde ordenadores a sus propias consolas: Game Gear, Master System y Mega Drive. Muchas de estas versiones fueron bien recibidas, teniendo en cuenta las posibilidades de cada uno de los sistemas. Salieron diferentes secuelas de Out Run, una de las más curiosas fue Out-Run 3-D, publicada en 1988 para Master System, la cual incluía unas gafas 3D para ver el juego con profundidad.

¿Qué hizo a Out Run tan popular e influyente? Fue la suma de diferentes aspectos. El primero fue el impacto visual que supuso el juego, tanto por los muebles arcade como por los excelentes gráficos que mostraban un coche corriendo a toda velocidad. Después estuvo la increíble selección de músicas, las cuales invitaban al jugador a coger el volante. Por último y más importante, su tremenda jugabilidad, que permitía al jugador sentir el placer de conducir un deportivo a toda velocidad por diferentes escenarios.

Antes de empezar la carrera, el juego nos permite seleccionar cual será la canción que nos acompañará durante la carrera entre las 3 que hay disponibles. El objetivo del juego es bien sencillo, tenemos que ir alcanzando una serie de puntos de control antes de que se acabe el tiempo que tenemos. Cada vez que alcanzamos un punto de control, obtenemos tiempo extra. El Ferrari dispone de dos marchas, lenta y rápida. En lenta podemos controlar mejor el coche, pero a esa velocidad no llegaremos nunca a los puntos de control, y en marcha rápida iremos a toda velocidad, pero es más difícil esquivar obstáculos y girar en curvas cerradas, así que tenemos que ir alternando entre ambas para llegar con éxito a la meta. A lo largo de la carrera encontramos otros coches y camiones que tenemos que esquivar, si chocamos con ellos nos harán perder velocidad o incluso tener un accidente que nos dejará fuera de la pista durante varios segundos.

El juego está formado por un total de 15 niveles diferentes. Siempre empezamos desde el mismo punto, pero al superar cada nivel, podemos elegir en una bifurcación cual será nuestro siguiente nivel. Podemos finalizar la carrera en 5 destinos diferentes, cada uno con su final asociado. Esto le da un punto rejugable al juego muy interesante. Las partidas son bastante cortas, podemos completar una carrera en unos 6 minutos, aunque para llegar a completar todos los recorridos necesitaremos mucha práctica y reflejos.

Como he comentado antes, a nivel técnico fue una verdadera revolución. No solamente simulaba paisajes en 3D bastante detallados, sino que lo hacía con una sensación de velocidad muy conseguida. Además, en algunos de los modelos los movimientos del juego se transmitían a la cabina, que lo hacía aún más impresionante. Todo esto acompañado de unas excelentes pistas musicales que ponían el broche de oro al juego.

Out Run es un arcade que hizo historia y creó escuela, convirtiéndose en el juego de referencia para muchos juegos de conducción posteriores. A día de hoy sigue siendo un gran juego muy divertido, no dudéis en probarlo si tenéis ocasión.