Recordando
Retro Review de Innocent Until Caught

Hacienda somos todos

Hace tiempo que no sacamos a la palestra una aventura gráfica. Así que la retro review de hoy va dedicada a Innocent Until Caught, una aventura que bordea entre la space opera y la estética cyberpunk, con un humor que impregna toda la obra.

La desarrolladora fue la poco conocida Divide by Zero que cultivó prácticamente en su totalidad este género y de la distribución se encargó Psygnosis. Si un servidor no recuerda mal, el juego no llegó a ver la luz en castellano, hecho que pudo provocar que fuera bastante poco conocido dentro de nuestro país.

Jack T. Ladd es un ladrón cuyo terreno de pillaje es toda la galaxia pero, sin embargo, con Hacienda ha topado. La IRDS (Interstellar Revenue Decimation Service) le da 28 días para reunir el dinero para pagar sus impuestos o, de lo contrario, le darán caza, llegando incluso a una pena capital. Ante semejante panorama Jack decide marchase al planeta Tayte donde espera poder conseguir algo de dinero de forma rápida.

Tras una notabe secuencia de video inicial, iniciaremos la aventura. El juego se desarrolla bajo el sistema point & click, tan popular y efectivo en aquella época pero incorporando algunas mejoras a nivel de interfaz, como una lupa para escudriñar las pantallas en busca de objetos pequeños que nos puedan pasar desapercibidos y un pequeño mini-mapa que nos indicará las distintas salidas que tiene cada pantalla. Respecto al resto de interfaz, poco a destacar, viendo en la parte inferior los objetos y las acciones posibles del personaje. Por otra parte, al iniciar diálogos con según que personajes, lo veremos en modo detalle con las caras de ambos en grande.

Para mi los puntos fuertes de la aventura son el carismático personaje principal, el humor presente desde el principio a fin del juego y su estética, aunque he de reconocer que el cyberpunk siempre ha sido una de mis debilidades estilísticas. Luces de neón, barrios de mala muerte, prostitutas intergalácticas, anuncios de "Coca"-Cola...

También existe un mini-juego en el que tendremos que escapar de un laberinto lleno de escaleras y pasillos tras dar un gran golpe que puede salvarnos el pellejo de la IRDS... aunque como veremos más adelante, se convertirá en el menor de nuestros problemas, teniendo que hacer frente a un Dictador planetario con una arma super-destructiva que amenaza la estabilidad y la paz planetaria.

Las aventuras de Jack T. Ladd no acabaron aquí ya que tan solo un año más tarde la compañía lanzó al mercado Guilty, la cual obtuvo buenas reviews pero no consiguió hacerse un hueco en la memoria de la mayoría de aventureros, probablemente porque no hubo una compañía más poderosa que lo respaldase. Divide by Zero sólo tuvo tiempo de lanzar un título más al mercado, The Gene Machine (otro título que tuvo buena valoración), pero una vez más las ventas no despegaron y la compañía cerró en 1996, con casi 5 años de existencia.