Recordando
Retro Review de The Duel: Test Drive II

Me gusta conducir

En el año 1987 la compañía Distinctive Software, muy prolífica a finales de los 80, lanzó al mercado Test Duel, una suerte de "simulador" de conducción de la época que fue ampliamente mejorado en su segunda entrega, The Duel: Test Drive II, del que os hablaremos hoy. La compañía, al carecer de infraestructura para la distribución, se apoyó en otras compañías como Accolade, que distribuyó Test Duel, entre otros, o otras como Mindscape. Los trabajos de la compañía eran bastante notables, sobretodo en juegos deportivos, por lo que llamó la atención de Electronic Arts, que la adquirió en 1993 convirtiéndola en Electronic Arts Canadá.

Lo primero que deberemos hacer es escoger el modo de juego: lucha contra el reloj o contra el ordenador. Una vez hayamos escogido el modo, podremos calibrar la dificultad, siendo el elemento primordial (además de la pericia de nuestros contrincantes o el tráfico) el cambio de marchas, en el modo fácil será cambio automático y en el difícil cambio manual. Por último podremos escoger entre dos coches, un Ferrari F-40 y un Porsche 959.

Una vez escogidas las opciones de juego, nos subiremos a nuestro deportivo y carretera y manta. Tendremos que conducir por distintos parajes como bosques o montañas, con distintos peligros que esquivar, ya sea los otros coches que hay en carretera, o la mismísima policía, que nos perseguirá si excedemos el límite de velocidad marcado, obligándonos a parar (o seguir la persecución si así lo deseamos). Si consiguen pararnos, una multa nos será entregada y al final del juego se nos hará un resumen de las infracciones cometidas (exceso de velocidad, evadir controles policiales o conducción temeraria). Como era de esperar, otro factor a tener en cuenta es no chocarnos contra los otros vehículos, salirnos de la carretera o estamparnos contra las rocas.

La pantalla está dividida en distintos tramos que diferenciaremos gracias a las gasolineras que encontremos en nuestro camino, donde deberemos parar para respostar antes de seguir nuestra marcha. A final de cada tramo podremos ver el reporte donde se nos mostrará el tiempo empleado, la velocidad media y los puntos conseguidos.

Respecto a la interfaz, está integrada en el propio coche, como el cuentakilómetros o el cuentarrevoluciones (imprescindible para saber cuando cambiar la marcha), así cómo el imprescindible espejo retrovisor, especialmente útil cuando estamos huyendo de la justicia. En la parte superior derecha veremos el tiempo transcurrido y la distancia restante.

The Duel: Test Drive II para mí siempre fue un juego para disfrutarlo, que nos permitía conducir tranquilamente o de forma deportiva, según nuestro estado de ánimo. Aún hoy, sigue teniendo algo que puede hacerlo disfrutable.