Recordando
Retro Review de Rocky

Al calor del boxeador Rocky

Hace un mes escaso hacíamos una review de Gremlins 2: The New Batch, comentando que por primera vez una compañía española conseguía licenciar una franquicia hollywoodiense para un juego. Pero como también hemos comentado en anteriores ocasiones, en los 80 se solían infringir de una manera u otra los copyrights, seguramente gracias a que el mundo de los videojuegos aún no contaba con la enorme popularidad que cuenta ahora.

En el juego que nos ocupa hoy, Rocky, distribuido bajo el sello de Dinamic en España (fue desarrollado por una pequeñísima compañía llamada Armid Soft) y Gremlin Graphics en el Reino Unido, es un claro ejemplo. El juego utiliza el mismo nombre que la película de boxeo protagonizada por Sylvester Stallone, aparecida en el año 1976, pero eso no fue impedimento para seguir adelante excepto en el Reino Unido donde sí se cambio el nombre al de Rocco, para evitar posibles problemas legales en un país donde el mundo de los videojuegos contaba con una mayor difusión.

Tras unos primeros lanzamientos en el año 1984 y 1985, Dinamic decidió que era el momento de profesionalizarse y cambiar las campañas de marketing para aumentar las ventas. El primer paso fue contratar a Azpiri, el recientemente fallecido dibujante, que realizó un sensacional trabajo y puede que sea de sus mejores portadas. Por otra parte, se contrató una página entera de MicroHobby, la revista de referencia en España en aquel momento, exclusivamente para este videojuego, y no para varios como se solía hacer. En última instancia, se negoció con Gremlin Graphics para su distribución en el mercado anglosajón, aunque el recibimiento allí fue bastante tibio, tanto en ventas como en críticas. En última instancia, Erbe, la que poco después se convertiría en la mayor distribuidora española, se encargó de la logística de distribución.

Como era de esperar para un videojuego aparecido en el año 1985 la mecánica es muy sencilla. Tendremos que superar una serie de combates con unas normas un tanto peculiares, ya que para vencer deberemos hacerlo por KO técnico derribando a nuestro contrincante tres veces, es decir, nada de victoria a los puntos o por un KO fulminante.

El juego se desarrolla en tercera persona, en la espalda de nuestro boxeador y con nuestro contrincante de frente, y dispondremos de cuatro movimientos (golpe izquierda y golpe derecha / defensa izquierda y defensa derecha). Y básicamente es eso, lanzarle golpes a nuestro contrincante y evitar que los suyos aterricen en nuestra cara. En la interfaz que se encuentra en la parte inferior veremos las barras de vida tanto nuestra como la de nuestro rival, así como la cara y el nombre de los contendientes. No hace falta ser muy avispado para darnos cuenta que el modelado de la cara de nuestros enemigos es siempre la misma, aunque en la foto inferior veamos otra, ya se sabe las estrecheces técnicas y de memoria a la que se tenía que hacer frente en aquellos remotos años.

Los cuatro combates de los que disponía el juego iba en dificultad ascendente, luchando contra púgiles de mayor peso (peso mosca, peso pluma, peso medio y peso pesado), algo que no tiene mucho sentido porque nuestro personaje siempre es peso pluma y en el boxeo no existen combates entre diferentes categorías de peso. 

Como solía ser habitual en los juegos españoles de la época, el humor estaba siempre presente. En Rocky este toque humorístico se podía ver en el nombre de algunos contrincantes, por ejemplo: Ted Mataré ("Te mataré") o Jansen Sino (sospechosamente parecido a "Asesino").

Gracias a la agresiva campaña de marketing comentada anteriormente, el juego tuvo un notable éxito dentro de nuestras fronteras, aunque hoy en día es casi más recordado por su excelente portada que por el juego en sí, bastante limitado y monótono, aunque empezaba a marcar el camino de lo que iba a convertirse Dinamic durante la segunda mitad de los años 80.