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Ke Rulen los Petas

El juego más irreverente del panorama español

¿Os imagináis hoy en día un videojuego con este título? Me imagino que la mayoría de vosotros, como un servidor, no nos lo podemos imaginar, sobretodo porque la caverna mediática (principalmente la televisiva) se lanzaría al cuello de este videojuego y lo censurarían una y otra vez, denuncias mediante, incluso. Pero en los años 80, tanto en el cine como en los videojuegos, valía prácticamente todo. En el mundo de los videojuegos, esta libertad se debía principalmente a que todavía era una forma de entretenimiento minoritaria, especialmente en países como España donde todo llegaba con años de retraso. Por lo tanto, el foco mediático no se dirigía prácticamente nunca a esta incipiente industria que con el paso de los años incluso ha llegado a desbancar al cine.

Como hemos comentado innumerables veces en esta página, la segunda mitad de la década de los 80 supuso la eclosión de un conjunto de compañías desarrolladoras (Dinamic, Made in Spain, Opera Soft, Topo...) que rayaron a un grandísimo nivel y supuso la denominada "Época de Oro del Soft Español", que lamentablemente no supo adaptarse a las nuevas generaciones y fueron cayendo una a una con el paso de los años, una vez entrados ya en la década de los 90.

Sin embargo, al calor de estas grandes compañías y al soporte distribuidor de otras como ERBE Dro Soft, aparecieron otras pequeñas desarrolladoras que lanzaron unos cuantos títulos al mercado con menor o mayor fortuna. Uno de estos sellos fue Iber Software, que probablemente lanzaron los juegos más irreverentes y raros que se recuerdan en el soft español, como el videojuego de Sabrina Salerno (ya tratado en esta web), Toi Acid Game (del que probablemente hablemos pronto) y el que nos ocupa: Ke Rulen los Petas.

Las aventuras conversacionales, engullidas con la aparición de las aventuras gráficas, tuvo una buena salud en nuestros país gracias principalmente a Aventuras AD. Pero la irrepetible Iber también hizo sus pinitos, lanzando este título en el año 1989, siendo sus autores Fabián Escalante y Javier Aragonés, los mismos que la aventura conversacional Carvalho, de Dinamic. De entre los parsers que había en el mercado, utilizaron uno de los más populares, el GAC.

Ke Rulen los Petas nos sitúa en Bangkok distópico donde los drogadictos Mikel Jakson (sí, casi como el cantante) y Andrés Kasho Mulo combaten a la corrupta dictadura liderada por el General Charoen. Esta dictadura se caracteriza por prohibir el acceso a la cultura a sus clases bajas, siendo Kasho Mulo un claro ejemplo, puesto que no sabe leer ni escribir, reduciendo su vocabulario a prácticamente 400 palabras. Su pasión por las drogas hizo que conociese a Mikel Jakson con quien comparte afición y, ellos, junto al viejo Willis, líder de una antigua célula de la resistencia, lucharán contra la dictadura.

El videojuego empieza justo cuando los korps, polícia de la dictadura, detectan a Mulo y Mikel, quienes llevan una bola de costo que uno de ellos se ha tenido que tragar para ocultarla. En este momento se separan y empieza esta bizarra aventura.

Como toda aventura conversacional, el juego transcurre en un conjunto de pantallas predefinidas, a las que podremos llegar tecleando los puntos cardinales (norte, sur, este y oeste) y las acciones se realizarán también escribiendo en el prompt del juego. En cada pantalla, además de una imagen que nos ayudará a ambientarnos y situarnos, tendremos una pequeña descripción de la situación, para poder decidir que acción realizar. También podremos ir recogiendo objetos y añadirlos a nuestro inventario para poder utilizarlos en el momento oportuno.

Hasta aquí funciona como toda aventura conversacional, pero tiene una particularidad que hay que mencionar y es que introduciendo el comando 'Cambiar', permite cambiar de Kasho Mulo a Mikel Jakson, pudiendo manejar dos personajes, algo que no era para nada habitual. Pero si algo caracterizaba el juego era su lenguaje barriobajero, repleto de jerga y faltas ortográficas, incluso en ocasiones llegando a ser soez.

No resultó ser un gran juego y no llegó a la calidad de las aventuras conversacionales desarrolladas por Aventuras AD o Dinamic, pero su particular título y trama lo hace casi único.

La genial portada fue diseñada por el dibujante argentino Juan Giménez, quien actualmente reside en España, concretamente en Sitges (Barcelona).

Para acabar, como nos gusta hacerlo, unas cuantas curiosidades. La fuente del videojuego y la ortografía tienen ciertos signos distintivos como el uso de la K o el cambio de las grafías (Σ en vez de E, Я en vez de R). Por otra parte, contiene muchas referencias al juego Los Pájaros de Bangkok, como el nombre del dictador y, lo más fascinante, el juego venía con un pequeño tebeo que servía de introducción a la historia.