Recordando
Retro Review de Carlos Sainz: Campeonato del Mundo de Rallies

Trata de arrancarlo!

El deporte patrio está plagado de grandes nombres que han conseguido las más altas cotas de éxito internacional, siendo reconocidos en cualquier rincón del planeta. En el mundo del motor, concretamente en el mundo de los rallies, hay un nombre que brilla con luz propia por sus éxitos, pero también, por sus sonados fracasos, normalmente por causas ajenas al propio piloto, castigado hasta la saciedad por el infortunio. Como ya os imagináis, este piloto es Carlos Sainz, bicampeón del Mundial de Rallies, que se pudo convertir en tricampeón si su coche no se hubiese parado a escasos 500 metros de la meta, una situación que ha quedado en el imaginario colectivo cuando el desesperado copiloto, Luis Moya, le gritaba al propio Carlos: "Trata de arrancarlo, por Dios!".

De lo que no cabe duda, es que a pesar de su mala suerte, es un gran piloto que tuvo mucha popularidad a finales de los 80 y principios de los 90, por lo que la efervescente industria del videojuego española se fijó en él y decidió licenciar un juego basado en su figura en el añ0 1990. La empresa encargada fue Zigurat, heredera de la mítica Made in Spain. Como curiosidad, fue una de las empresas que logró subsistir a la llegada de los 16 bits, pero no en este mercado, si no en el de las máquinas recreativas, desarrollando prácticamente en exclusiva para Gaelco. De hecho, en el año 2002, ambas fundaron Gaelco Móviles, que a su vez fue comprada por la británica Player X seis años más tarde.

El juego fue titulado como Carlos Sainz: Campeonato Mundial de Rallies y, como era de esperar, nuestro objetivo es acabar campeones del mundial. Para ello, deberemos disputar una serie de tramos, donde en cada uno de ellos deberemos seleccionar el tipo de rueda que queremos utilizar y la suspensión, algo que afectará a la conducción en carrera. En realidad, este reglaje es bastante sencillo una vez que hayamos jugado unas cuantas veces, ya que al inicio de cada prueba se nos indica las condiciones de la pista (asfalto seco, nieve... etc). Por ejemplo, para correr por la nieve lo más sensato es coger las ruedas con clavos para mejorar el agarre o sudaremos tinta para mantener el coche en pista.

Las carreras se desarrollan bajo una cámara cenital, pudiendo ver en la interfaz la velocidad y las revoluciones por minuto del coche, el tiempo transcurrido desde que se inició la prueba, así como dos imágenes decorativas: una con el retrato de Carlos y otra de su coche. Básicamente el juego se basa en controlar dos acciones, la aceleración y el frenado, ya sea con el freno normal o el de mano para realizar los derrapes en aquellas curvas que sean más cerradas y en las que queramos mantener la máxima velocidad posible para acabar el tramo en un tiempo más ajustado.

Nuestra manera de conducir no solo afectará a nuestro tiempo final, si no que también afectará al rendimiento de nuestro coche en futuras pruebas. Al final de cada etapa, dispondremos de un tiempo limitado para hacer las reparaciones pertinentes en nuestro coche (dirección, suspensión, frenos y ruedas), por lo que si el coche está muy dañado solo podremos repararlo en parte y empezaremos la siguiente prueba en desventaja.

Además de las peligrosas curvas, a veces el juego tiene cambios de rasantes o vías ferroviarias que harán que nuestro coche salte, por lo que deberemos aprender a controlar bien la caída. Otro de los alicientes que ofrece es el tipo de conducción dependiendo las condiciones de la pista, por ejemplo, en la nieve, donde como es lógico el coche derrapa más y resultarán pruebas más difíciles.

Quitando estas variaciones, el diseño de las pantallas es bastate monótono, como solía ser habitual en aquella época. Destacan la aparición de marcas reales como Pirelli, Repsol Toyota en las vallas publicitarias.

Al final de cada etapa se nos mostrarán dos clasificaciones, la de la etapa y la general. Si conseguimos acabar el juego en primera posición de la general, habremos ayudado al bueno de Carlos a conseguir su objetivo.

Si tuviéramos que valorar este juego en la actualidad podríamos decir que ha sido enormemente sobrepasado, pero en su momento fue un juego bastante resultón y entretenido, y como tampoco abundaban los juegos de rallies, seguro que más de un gamer seguidor de esta variedad del mundo del motor fue enormemente feliz.