El inicio de una gran saga plataformera
Hoy volvemos al género de plataformas, que tantos frutos dio en las décadas de los 80 y 90. El título de hoy es Wonder Boy, un clásico arcade en el que el protagonista es un cavernícola que lo mismo lanza hachas de piedra que monta sobre un monopatín con una asombrosa pericia.
Wonder Boy fue desarrolado en el año 1986 por Escape para sistemas Arcade. Tanto la versión arcade como las versiones para consolas de Sega fueron distribuidas por la propia Sega. En cambio, para CPC, C64 y ZX Spectrum fue distribuido por Activision. La versión Arcade fue muy bien recibida tanto por la prensa como por el público, convirtiéndose en uno de los juegos con gran éxito en la época. Este éxito hizo que se publicaran varias secuelas para sistemas arcade y consolas de Sega. Estas secuelas empezaron a mezclar el género de plataformas con elementos de RPG, dando un muy buen resultado.
La versión más curiosa de todas las que se hicieron fue la de NES. La desarrolladora del juego, Escape, vendió los derechos a Hudson para que hiciera la versión para NES, pero resulta que Sega tenía los derechos de los jefes, personajes principales y nombres. Para solventar este problema, Hudson cambió el diseño de estos elementos y dió como resultado el juego Adventure Island. Este título fue un rotundo éxito, y se acabó convirtiendo en una saga independiente a Wonder Boy.
La historia de Wonder Boy es la de siempre en los juegos de esta época. Tina, la novia del protagonista, es raptada por el malvado Rey Oscuro. El protagonista, como buen héroe que es, va a buscarla a pesar de todos los peligros que deberá superar.
El gameplay del juego es simple pero muy entretenido. Debemos superar los distintas áreas divididas en cuatro fases (llamadas rounds) cada una. Las fases que encontramos son bosques, montañas, playas y cavernas, todas ellas con enemigos y obstáculos que debemos superar. Hay que ir con cuidado porqué nuestro héroe es muy débil y morirá al primer golpe que reciba de un enemigo. Al final de cada área nos encontramos con un jefe final al que debemos golpear en la cabeza para derrotarlo.
Las habilidades básicas del protagonista son andar, correr y saltar. Al correr hay que ir con mucho cuidado, ya que el personaje patina al frenar y nos jugará una mala pasada en más de una ocasión. Por los escenarios encontramos huevos que al romperlos nos otorgan diferentes objetos para ayudarnos (sí, son unos huevos muy curiosos). El más común es el hacha, imprescindible para poder derrotar a los enemigos. Si ya tenemos el hacha equipada, saldrán otros objetos. Uno de ellos es el monopatín, que permite al personaje desplazarse más rápido y le da un golpe extra de aguante. Otro es el Ángel, que nos vuelve invencible durante unos segundos. También hay huevos malos, que podemos diferenciar porqué tiene puntos rojos en el cascarón. Estos huevos contienen una maldición que hace que la barra de energía baje más rápido durante unos segundos o setas venenosas que nos quitan puntos de energía.
En la pantalla se muestra una barra de energía que debemos ir rellenando cogiendo la fruta que vamos encontrando por los niveles. La barra se va vaciando con el tiempo, y si llega a vaciarse completamente perderemos una vida. Cuando el personaje muere, vuelve a aparecer en el último punto de control de la fase, y si perdemos todas las vidas el juego termina, aunque podemos usar continuaciones.
En cada nivel también podemos recoger una muñeca, la cual doblará los puntos conseguidos en esa fase. Si recogemos todas las muñecas, 28 en total, accederemos a la octava fase, pudiendo recoger un total de 32 muñecas.
Una cosa que sorprende de este juego para ser un título arcade del año 86 es su larga duración. Necesitaremos más de una hora de partida para completar el juego completamente. Si queremos pasarnos el juego sin abusar de continuaciones, tenemos juego para rato.
Wonder Boy es un título muy recomendable. Pese a ser un título antiguo mantiene unos gráficos muy vistosos, y la jugabilidad del título sigue siendo muy buena. No dudéis en echarle el guante si tenéis la oportunidad.