Recordando
Retro Review de Yenght

En los albores de Dinamic

Hace dos semanas os hablábamos de Saimazoom, el que es considerado el primer éxito salido de la Mansión Dinamic y con el que la compañía empezó realmente a dar importantes pasos... pero, ¿Qué sucedió antes?

Para ello debemos coger la máquina del tiempo y situarnos en el año 1984, donde el mundo de los videojuegos aún era para la mayoría de la sociedad algo ajeno y desconocido. Sin embargo, pequeños grupos de jóvenes apasionados por la tecnología (generalmente provenientes de la electrónica, telecomunicaciones y otras carreras técnicas presentes en la época) empezó a interesarse por esto de la informática casera. Y los hermanos Ruiz fueron uno de ellos.

Empezaron de forma completamente amateur y Yength fue su primer videojuego y es considerado la primera aventura conversacional española. Con poca diferencia de tiempo lanzaron Artist, un programa de diseño gráfico (con las limitaciones de la época, obviamente).

El juego es muy sencillito, algo que se nota sobretodo en el intérprete de las expresiones introducidas en el prompt y se nota que aún realizaban un trabajo amateur, sobretodo en el pintado de las pantallas, llegando a veces a tardar diez segundos. También había varios bugs que nos permitían hablar con personajes muertos (¿?) y otros que provocaban el reinicio del juego.

El argumento del juego es el siguiente: Perdida en algún lugar del misterioso mundo de Yenght está la fabulosa Fuente de la Juventud. Para encontrarla tendrás que hallar la salida del interminable laberinto, en el que deberemos sortear diferentes peligros y derrotar a una nada despreciable variedad de enemigos.

Como en toda aventura conversacional que se precie dispondremos de los comandos para desplazarnos entre pantalla utilizando los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. Para avanzar en nuestra aventura es importante que conversemos con algunos personajes que encontremos a nuestro paso, así como recoger los ítems imprescindibles (principalmente llaves) y otros que nos facilitarán mucho la vida: la comida ayudará a no morirnos de hambre y estar más fuertes para los combates, y la espada nos ayudará a poder acabar con ellos de forma más sencilla.

Uno de los puntos más criticados del juego son las pantallas de muerte súbita, aquellas que llegando allí moriremos muchas veces de ella sin remedio, algo que puede resultar bastante molesto.

Resumiendo, un juego sencillo y con un acabado amateur pero que tiene el encanto de ser la semilla de Dinamic y de ser punto de partida de la época más gloriosa del software patrio.

Como curiosidad final, el juego salió a un precio de 1800 pesetas.