Recordando
Retro Review de Las Tres Luces de Glaurung

La semilla de Topo Soft

Como ya sabréis, en NoSoloBits nos gusta hablar en las retro review de juegos que marcaron época por su enorme calidad, porque marcaron un hito en la historia de los videojuegos por proporcionar algo inédito hasta la fecha o bien porque significaron algún punto de partida para un bien mayor.

Este es el caso del juego que vamos a tratar hoy, titulado Las Tres Luces de Glaurung (en el extranjero se publicó como Conquestador), que si bien no llegó a estar entre los juegos top de los 8 bits significó el nacimiento de una de las compañías españolas más importantes durante la Edad de Oro del Software Español. Esta compañía se llamó Topo Soft y nos regaló innumerables horas de vicio.

Dos de las piezas clave de Topo Soft, Javier Cano y Emilio Martínez se conocieron mientras trabajaban en una empresa de construcción. El primero de ellos se dedicaba a dibujar planos, ayudándose de una calculadora programable. Vio en el mundo de la programación un auténtico filón así como el nacimiento de una pasión que supo transmitir a Emilio. Unieron sus fuerzas y crearon MapGame, un juego educativo de geografía que distribuyeron de forma amateur en el rastro de Madrid. Al poco tiempo consiguieron contactar con una persona de Erbe, la gran distribuidora española, donde consiguieron hacer dos juegos, uno de ellos el que nos ocupa. Al amparo de Erbe decidieron crear la compañía subsidiaria a la que llamarían Topo Soft.

Como se podía esperar, esta inexperiencia en los programadores se notó en este juego que, aunque no está carente de cierta calidad, no está a la altura de las grandes obras que vendrían después como Mad Mix Game, La Espada Sagrada Titanic.

El juego se desarrolla en un punto indeterminado de la Edad Media donde el noble caballero Redhan se adentra en el castillo para apoderarse de Las Tres Luces de Glaurung, unas joyas que le proporcionarán el poder necesario para recuperar Taleria, su tierra, de los enemigos. Sin embargo, el castillo está fortificado por las tropas del malvado brujo Kulwoor y el dragón Glaurung.

Se desarrolla como un juego plataformas dividido en pantallas, sin scroll, como era habitual en aquella época. Redhan dispone de varias acciones: dos saltos, uno largo y otro alto, así como tres tipos de ataques y el lanzamiento de flechas, si es que nos queda alguna. El punto más importante del videojuego es aprender las rutinas de los enemigos y, sobretodo, saber si son inmunes a algún tipo de ataque o de qué forma matarlos. Por ejemplo, los caballeros son inmunes a las flechas debido a su potente coraza, mientras que los murciélagos nos matarán si nos tocan a mayor altura que nosotros pero no a menor. Por otra parte, los arqueros y las arañas gigantes nos lanzarán una flecha/bola de fuego cuando nos tengan a tiro pero cualquier tipo de ataque los detendrá.

Para hacer un poco más fácil nuestra aventura, en el castillo podremos encontrar unos cuantos cofres (que aparecerán aleatoriamente) que nos proporcionará distintos beneficios: dinero, vida extra, flechas, poción de invulnerabilidad, poción de invisibilidad... Hay algunas de efecto negativo como la transformación en cerdo, que nos hará más torpes (por saltos más bajos) o del cofre puede salir un enemigo a darnos caza. También hay otros ítems fundamentales como las llaves, necesarias para poder escapar del castillo y las propias joyas.

El objetivo del juego es derrotar a Kalwoor y a Glaurung y hacernos con las tres joyas y la llave para escapar. No es un juego fácil, algo habitual en aquellos años, pero muy lejos de la dificultad infernal a la que Dinamic nos tenía acostumbrados.

Como hemos dicho, técnicamente fue mejorable, sobretodo en el aspecto de las colisiones y en el número de sprites en pantalla, pero era un juego disfrutable y su importancia radica en lo que supuso: que Paco Pastor, el jefazo de Erbe, decidiese crear la compañía Topo Soft.