Recordando
Retro Review de Prehistorik

A finales de los 80 y sobretodo principios de los 90, proliferaron en todas las plataformas, tanto consoleras como ordenadores, los plataformas de scroll lateral, animados sobretodo por el arrasador éxito de Super Mario. No fueron pocas las compañías que se especializaron en este género (aunque sacaran de otros), siendo Titus Interactive un claro ejemplo.

Esta compañía francesa fundada en 1985 y desaparecida veinte años más tarde, tuvo en los juegos de plataformas su mayor baluarte. Entre dichos juegos se encuentra Prehistorik, del que hablaremos en la Retro Review de hoy. Pero hubo otros de notable calidad y que también tuvieron bastante éxito como Titus the Fox The Blues Brothers, ambos con una mecánica de juego prácticamente idéntica.

Prehistorik vió la luz en el año 1991 para un buen elenco de ordenadores del momento (CPC, Amiga, PC, Amiga y Atari ST). Gracias al éxito cosechado, dos años más tarde la gente de Titus decidió hacer una secuela, que pasó más desapercibida. Un claro ejemplo de que la primera parte tuvo éxito y es todavía recordado fue el remake aparecido en el 2010 para dispositivos móviles.

En este plataformas controlamos a un simpático homo neanderthal cuya arma es un garrote de dimensiones considerables, aunque con la de peligros que le acechan entre dinosaurios y animales de distinto pelaje, bien hace en ir bien equipado. La mecánica del juego, como tantos otros en aquella época, hoy puede considerarse bastante sencillita. Nuestro objetivo es recolectar toda la comida que podamos para poder completar el nivel. Para ello, deberemos golpear a los animales y dinosaurios que nos salgan al paso y adentrarnos en las cuevas para vaciarlas de víveres. Hay algunas zonas secretas en el juego, pero bastante arriesgadas, ya que se encuentran bajo el agua y no sabremos de antemano si meternos por esos huecos nos supondrá la pérdida de una vida o la consecución de comida fresca.

En la parte superior de la interfaz veremos todo lo que nos hace falta: marcador de comida, tiempo restante para finalizar la pantalla (aunque podremos recargar el tiempo cogiendo ciertos ítems), el número de vidas y la vida restante, así como la puntuación.

Nuestro querido neanderthal dispone de los movimientos básicos como atacar, saltar y trepar escaleras. Con esto es suficiente para poder llegar al final de cada nivel y, probablemente, disfrutar de la parte más entretenida del juego: la batalla contra los monstruos finales. La peculiaridad de estos combates es descubrir cual es el punto flojo de nuestro contrincante, y arrearle con nuestro garrote en esa parte en concreto hasta que lo derrotemos.

En total, hay 7 niveles que deberemos superar si queremos completar el juego, que siendo sinceros, no era excesivamente difícil y podía ser completado por cualquier jugador mínimamente habilidoso.

Uno de los plataformas que recuerdo con más cariño de mi primera etapa como gamer, que aunque no pasará a los anales de los videojuegos, si que es recordado con cariño por aquellos que lo probamos.