Recordando
Retro Review Flashback: The Quest for Identity

La cinemática hecha juego

Corría el año 1991 cuando un adelantado a su tiempo, Eric Chahi, lanzó de la mano de Delphine Software un juego que impactó profundamente por sus secuencias cinemáticas y por su grandiosa jugabilidad: Another World. El juego embelesó a una legión de jugadores que se maravillaron ante tal obra magna.

Un año más tarde aparecería un sucesor espiritual que bebía de las mismas fuentes que Another World. Con una estética muy parecida, Flashback: The Quest for Identity hizo revivir a esos jugadores las mismas sensaciones, volviendo a cautivarlos con otro juegazo.

Al igual que sucedía con Another World, el juego abre con una espectacular cinemática para la época, que nos pone en situación de quién es nuestro personaje, aunque partes de la trama se irán desvelando a medida que avancemos.

Corre el año 2142. Conrad B. Hart, nuestro personaje, ha perdido su memoria. Tras conseguir escapar de unos alienígenas hostiles, Conrad se estrella con su moto planeadora en un desconocido planeta, encontrándose desamparado en una jungla donde deberá iniciar una aventura para recuperar su identidad. Para ello, antes de descargar su memoria y enviársela a un amigo, se grabó un mensaje en un holocubo para tener una pista a la que agarrarse una vez la perdiera, para tener un cabo por el que ir siguiendo el hilo.

La jugabilidad de Flashback es realmente increíble y muy realista, con multitud de movimientos. Podemos saltar y agarrarnos a salientes, rodar por el suelo, correr (incluso si vamos contra una pared veremos como nuestro personaje carga con el hombro intentando derribarla, algo que nunca consigue), utilizar la pistola para acabar con nuestros enemigos... Hasta aquí podría parecer todo normal, pero los movimientos son tan fluidos y tan cuidados que hace que el juego destaque por encima de otros. Pero Flashback no es un plataformas al uso, puesto que tiene un fortísimo componente de videoaventura, por lo que deberemos ir recogiendo objetos a lo largo y ancho de las pantallas para utilizarlos en los lugares adecuados, así como partes de resolución de puzzles, donde deberemos utilizar todo nuestro ingenio para resolverlos y poder avanzar.

Tal y como pasaba en Another World, podremos morir de formas muy variadas, algunas de forma inmediata y otras cuando se nos acabe el escudo anti-balas, que podremos recargar en los puntos adecuados. Sin embargo, a pesar de que se requiere cierta habilidad para superar ciertas fases, no se puede considerar que sea un juego realmente difícil, puesto que cada pantalla tiene su password para empezar desde allí y, además, dentro de cada pantalla hay puntos de salvado, por lo que no deberemos superar las fases del tirón y sin morir.

Las pantallas son realmente variadas. Desde la primera en las que nos adentraremos en una jungla del espacio exterior, pasando por varias ciudades con estética cyberpunk, así como la llegada a un mundo completamente alienígena. Todas están llenas de detalles que ayudan a crear una atmósfera realmente envolvente.

Y es que el juego es realmente adictivo. Esta combinación plataformera con videoaventura, donde también deberemos interactuar con otros personajes y utilizar nuestro ingenio, es un cóctel tan potente que si el juego está bien ejecutado es normal que cautive. El éxito fue arrollador y las críticas lo encumbraron, un juego que todo gamer debería probar si es que no lo han hecho ya, sobretodo si les gustó Another World.

Otro punto final a destacar es que el juego prácticamente no ha envejecido. Y si lo ha hecho, ha sido con tal dignidad que es igual de disfrutable que en el día de su lanzamiento.

Tres años más tarde, apareció una secuela, Fade to Black, que sin ser un juego malo, se vio ampliamente superado por otros con una mayor jugabilidad y mejor realizados como Tomb Raider que apareció no mucho después.

Por último, Gregori Montoir reescribió el motor del juego mejorándole ciertos aspectos, así como añadió la posibilidad de grabar/cargar en cualquier punto, además de proporcionar la posibilidad de jugar a Flashback en plataformas para las que no apareció.