Recordando
Retro Review Metal Mutant

La aventura futurista de Silmarils

Si por algo se distinguió la empresa francesa Silmarils durante sus casi quince años de andadura en el mundo de los videojuegos, fue por sus aventuras de acción, dotadas siempre de unos gráficos bastante avanzados y una jugabilidad bastante diferente a la vista en el resto de juegos, como se puede constatar en aventuras como Colorado o la presente Metal Mutant.

La tecnología ha llegado a un punto álgido con la invención de Kyo, un cyborg humanoide hecho de metal capaz de cambiar de forma. Es enviada al peligroso planeta Kronox donde deberás acabar con el tirano AROD 7. Pero una vez allí, no será nada fácil conseguir salir con vida, puesto que deberas lidiar con numerosas formas de vida hostiles y enemigos robots.

Una de las gracias de este juego es la mezcla de aventura, con numerosos puzzles y acción. Es en la parte de acción donde deberás estar de lo más despierto, puesto que Kyo, como hemos comentado anteriormente, puede cambiar de forma, concretamente hasta en 3 distintas, cada una con sus habilidades. Por una parte, tenemos a Tank, cuya principal habilidad es poder disparar en cualquier dirección, en su contra podemos decir que es lento y no puede realizar ningún tipo de salto, ya que se desplaza con tracción de oruga. Con la forma de Kyo, podrás saltar y desplazarte rápidamente, así como utilizar su gancho para subirte a plataformas o utilizar el hacha para atacar. Con la forma de Dinos podrás expulsar fuego tanto por la boca como por la cola, y morder a los enemigos que estén en tierra con tus poderosas mandíbulas.

Todas estas técnicas te las irán enseñando a medida que consigas los objetos necesarias para utilizarlas. Es importante que domines todas las técnicas de tus tres formas puesto que dependiendo el enemigo habrá una forma y un ataque más efectivo que el resto. Por poner un ejemplo, para los enjambres de avispas será fundamental utilizar la forma de Dinos y expulsar el fuego por la boca; mientras que con los pequeños lagartos armados con una lanza, el bocado de Dinos acabará con ellos sin la menor dificultad. En algunas pantallas será necesario cambiar rápidamente entre una forma y otra para avanzar sin problemas. En cualquier caso, el juego incluye un modo "Entrenamiento" para que practiques antes de iniciarte en tan peligrosa aventura.

Nuestro cyborg lleva incorporado un robot a bordo que nos muestra nuestra barra de vida y nos da información acerca de las formas de vida que encontramos en la pantalla y el número restante de enemigos que quedan.  

A medida que vayamos avanzando, el número de técnicas de nuestros robots irán aumentando, muchas de ellas resultarán fundamentales para resolver los puzzles. Nuestro Tank conseguirá unos poderosos torpedos capaces de eliminar poderosos robots, pero también de destruir obstáculos con su devastador poder. Por otra parte, Dinos tiene un pequeño dron volador llamado Cyberstyx, capaz de llegar a lugares inaccesibles, pero hay que tener cuidado porque si lo enviamos fuera del rango de comunicación, lo perderemos para siempre.

La variedad de pantallas y enemigos es bastante notable y animará a completar las tres fases de las que está compuesto el juego. Repetir una y otra vez algunas pantallas para conocer sus secretos será imprescindible para no morir en el intento, por lo que la perseverancia se antoja esencial en este juego.

Respecto a los gráficos, están bastante conseguidos, puesto que además de la paleta simple CGA, dispone de una VGA bastante resultona. Sin embargo, a pesar de disponer de buenos gráficos y una más que notable jugabilidad, el punto negro lo tiene respecto al sonido, bastante pésimo.

Resumiendo, un gran juego de Silmarils quizá un poco (injustamente) olvidado.

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