Recordando
Retro Review Cabal

Discípulos de Rambo

En el recordando dominical de hoy os volvemos a traer otro juego que sacudió las economías de los adolescentes de finales de los 80, que alegremente se encaminaban hacia los salones arcade a dejarse hasta el último centavo que hubieran podido reunir. En esta ocasión hablaremos de Cabal.

Junto a Toki, fue el mayor éxito de la compañía TAD Corporation, una empresa japonesa formada dedicada a las máquinas arcade fundada con antiguos miembros de la poderosa Data East y debe su nombre a su principal miembro fundador, Tadashi "Tad" Yokoyama, quien ostentó el cargo de presidente hasta el cierre de la empresa tan solo un lustro después.

De la distribución del juego se encargó Taito en tierras niponas, mientras que en Estados Unidos y América fue Fabtek, quien distribuyó también el resto de juegos de la compañia.

En Cabal podemos jugar en partidas de un solo jugador o de dos. Cada uno de los jugadores asume el control de un soldado de las fuerzas especiales (o commando) cuya misión será destruir una serie de bases enemigas. El juego consta de 5 pantallas, cada una con cuatro fases diferentes. Nuestros personajes se situarán en la parte inferior de la pantalla, donde deberemos moverlos horizontalmente para evitar las balas enemigas, agacharnos para parapetarnos en las murallas protectoras (que los enemigos irán destruyendo a medida que avance el nivel) y evitar las balas enemigas o bien realizando una voltereta. Dispondremos de tres vidas iniciales, junto a una ametralladora con balas infinitas y un puñado de granadas que deberemos utilizar en los momentos clave para optimizar el número de bajas enemigas o para destruir alguna edificación. Para saber a donde estamos disparando, aparece en pantalla un cursor que moveremos para apuntar a los enemigos o edificios. Cada vez que nos alcance perderemos una vida, pero nuestro personaje reaparecerá en el mismo punto donde murió, exceptuando el caso de los enemigos finales (donde nos encontramos, entre otros, con un submarino, un avión de combate o un búnker) donde se reiniciará el combate contra él.

En la parte inferior de la pantalla, podemos ver la cantidad restante de fuerzas enemigas y, una vez que la barra llegue a su final, todos los edificios de la pantalla colapsarán y nuestro personaje correrá divertidamente hacia adelante celebrando su victoria, repleto de felicidad mientras una graciosa música suena. Sin embargo, en el caso de los edificios es importante destruirlos mientras estamos jugando la partida, ya que obtendremos puntos extra y, en ocasiones, también podremos conseguir power-ups, como ametralladoras de disparo rápido, escopetas automáticas con efectos devastadores de área, o granadas extra.

Hay que tener en cuenta la variedad de enemigos y sus armas. La infantería normalmente utilizará balas normales y, de vez en cuando, granadas que deberemos explotar disparándola o esquivar antes de que nos alcance, pero también aparecerán en la pantalla tanques con disparos más poderosos, y como es obvio, con una mayor capacidad de defensa debido a su poderoso blindaje, siendo un objetivo perfecto para gastar una de nuestras granadas. Mención aparte merecen los helicópteros, que nos dispararán ráfagas y una serie de bombas o los bombarderos con sus descargas aéreas. De vez en cuando, unas unidades especiales cruzarán la pantalla, como unos camilleros, a los que deberemos disparar sin piedad para conseguir granadas u otros objetos.

El juego fue un enorme éxito, que tuvo en Blood Bros. su sucesor espiritual, aunque cabe decir que Cabal no fue el primero en su género, ya que poco antes había visto la luz Operation Wolf de Taito, aunque no era tan completo como éste.

Sin duda alguna un juego muy entretenido que nos hará descargar grandes dosis de adrenalina esquivando las descargas de fuego enemigas, y altamente adictivo a pesar de su gran dificultad (si contamos que no tenemos créditos infinitos jugando con un emulador ;-) )