Grim Dawn

Siguiendo los patrones que asentó Diablo en su día, Grim Dawn ofrece un sistema que hace este tipo de juegos muy rejugables. El jugador puede elegir que clases tendrá su personaje mediante árboles de habilidades, que irá mejorando y desbloqueando nuevas habilidades a medida de que suba de nivel. Para subir de nivel hace falta ganar experiencia, que se consegurá cumpliendo objetivos o acabando con los monstruos que aparezcan.

Otro de los componentes principales del juego es el armamento y objetos que se pueden conseguir. El juego contiene un gran cantidad de objetos que el jugador puede conseguir mediante la exploración de mazmorras, cuanto mayor sea su nivel mejores objetos encontrará. Esto hace que el jugador quiera recorrer los niveles todas las veces posible para conseguir los mejores objetos.

Si a este método de juego le sumamos el modo multijugador cooperativo online, obtenemos una fórmula que nos dará muchas horas de diversión.

El juego utiliza una versión mejorada del motor de Titan Quest. Se pueden ver decenas de enemigos en pantalla, destrucción de escenarios, cambios meteorológicos y una física muy bien conseguida.

El juego se sitúa en el mundo de Cairn, donde un imperio que en épocas anteriores fue orgulloso ha sido llevado a la ruina y ahora la raza humana está al borde de la extinción. Cairn se ha vuelto un campo de batalla para 2 fuerzas mayores, una que utiliza los cuerpos de los humanos como recursos, y otra que quiere acabar con la raza humana para evitar que esto ocurra. Este cataclismo no solo ha diezmado a la raza humana, sino que ha traido nuevos horrores con él.

Para la raza humana es el amanecer de una nueva era sombría, donde el acero ha reemplazada al oro como moneda y la sal como arma es demasiado imporante para malgastarla en comida. Algunos emplazamientos humanos siguen quedando por el mundo, ocultándose de los temidos enemigos. Algunos supervivientes ha empezado a desarrollar extrañas habilidades, y con ello ha nacido una nueva esperanza de enfrentarse a los monstruos y reclamar el mundo que una vez fue suyo.