Guía de Vudú Kid

Batalla Final

Solución

Llegué hasta el servicio donde, mirando el agua estancada, el espejo y el lavabo, descubrí otro puzzle que se parecía a un juego de ordenador que yo tenía, el Pipemania. No tenía mucha complicación. Aparecí en el comedor de nuevo, donde el fuego se apagó y pude continuar por la escalera. El barco tenía una cubierta muy bonita, con una barbacoa y un cabestrante que moví, unos barriles donde cogí un serrucho, un atril donde tomé un alfiletero, el timón, y la puerta del capitán que era muy poco graciosa. Fui hacia la izquierda, por detrás, hasta la cubierta central del barco.

Aquí, miré el mástil y vi al mayordomo colgado que habló conmigo sobre su situación. Miré también la campana y a Polly, el loro esquelético. Después fui a ver al Capitán del Navegante Plateado, que tenía problemas con su pata de palo. Le di la comida a Polly, que me dijo como derrotar al Barón Morgue: contra el fuego agua, contra el agua aire, contra el aire fuego.

Me metí en el charco vudú y de repente muchos zombis se querían abalanzar sobre mí. Me los libré con mucha puntería y volví hasta la cubierta central para entrar de nuevo en el charco. Examiné todos los objetos, incluido el cañón, con el que tuve que disparar para conseguir una pastilla de jabón. Luego, aserré el poste macabro para coger dos tibias y hacer dos hachas auténticas. Salí de nuevo por el charco vudú.

En cubierta, el jabón se lo di al Capitán que me entregó otra loa y otros trozos de mapa que monté enseguida. Justo cuando iba a avanzar, un torbellino me cogió, pero escapé con la loa. Convertido en espíritu, entré en el camarote del Barón Morgue. En la brújula estaban los últimos trozos de mapa que, al colocarlos, arreglaron también la brújula. En el atril, leí un libro vudú y examiné todos los objetos que había consiguiendo algo de pólvora.

Así, volví a mi cuerpo y, en el camarote del capitán, puse el mapa sobre el atril y me fui a manejar el timón. El Barón me amenazaba, pero yo no paré y me puse el mapa delante. Tras esto, subí por el mástil con las hachas y las botas de Joe. Arriba, usé el medallón con el Barón y este cayó al vacío con un terrible grito.

Miré el telescopio y me até la cuerda para saltar al vacío y, en una cara de cera, usé el alfiletero y liberar todas las almas que el Barón tenía aprisionadas.

Subí arriba y, como alma en pena, le presenté batalla al Barón recordando lo que dijo Polly tiempo antes. Tras vencerle tres veces, el Barón volvió a caer gritando que volvería... y de repente me encontré de nuevo en casa. ¿Un sueño? Puede, pero ¿qué hace ese tarro sobre la mesa?

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