Guía de Commandos: Behind Enemy Lines

XV: El Fin del Carnicero

Solución

CONSEJOS GENERALES

@ El briefing de la misión no es correcto: el Carnicero nunca abandona el patio de su mansión para pasear.
@ Recuerda todo cuanto has aprendido hasta aquí, sé tremendamente cauteloso, o la misión fallará.
@ Olvídate del Marine; simplemente manténle a salvo.
@ Cuidado con el camión de gasolina; un sólo disparo del enemigo, y volará por los aires llevándose al Conductor.
@ Graba el juego a menudo.

SOLUCIÓN

Es esta una de las misiones más difíciles de todo el juego. Tienes que eliminar a Schleper, el Carnicero de París; si suena difícil, realmente lo es.
Si el enemigo se alerta por cualquiera de tus acciones, pondrán rápidamente a buen recaudo al general, haciendo que tu misión falle completamente. Así pues, tienes que ser tremendamente cauteloso y silencioso. Además, un fallo en el programa - posiblemente un bug - lo hace más difícil todavía, puesto que tu objetivo nunca abandona la mansión para su paseo diario, pese a lo que diga el briefing.
Tu primera tarea es conseguir que el Espía se haga con el uniforme, que está en una escalera de incendios al noroeste. Simplemente por seguridad, salva el juego cada pocos minutos o después de cada movimiento importante. Antes de que pueda llegar al uniforme, necesitas que el Espía liquide a los vigilantes que hay cerca de tu posición inicial escondiendo los cuerpos tras los coches volcados.
Lo mejor que puedes hacer es dejarte ver por un soldado, inmediatamente túmbate y arrástrate para que te sigan. Usando esta técnica podrás liquidar a la mayoría de los enemigos en esta misión. Cuando el tema esté claro, mueve al Espía hacia la casa quemada que hay a tu izquierda.
Desde esta base de operaciones, podrás eliminar a los guardias cercanos, escondiendo allí sus cuerpos. Ten cuidado la primera vez que entras en la casa; un soldado se acercará para investigar, así que tendrás que eliminarle cuando te dé la espalda y esconder su cuerpo en la esquina. Tu objetivo es abrirte camino hacia el norte, arrastrándote la mayor parte del tiempo.
Cuando la escalera de incendios esté a la vista, sincroniza al Espía para que, en una carrera contra la muerte, corra hasta la escalera, trepe por ella y coja el uniforme antes de que nadie pueda verle. Usa la jeringuilla para eliminar a los centinelas que patrullan por la balconada, primero al que lo hace de izquierda a derecha y luego al otro. Después, sube por la escalera y elimina cuidadosamente al vigilante que hay en el tejado.
Todo esto conduce a localizar un punto perfecto para que el Francotirador dispare contra el general. Ese tejado cruza la calle desde el patio de la mansión, con una línea directa sobre tu víctima; lógicamente tu próximo paso es mover al Francotirador hacia el oeste y luego hacia el norte hasta lo alto del tejado. Será mejor si empleas al Espía para que distraiga a los enemigos hasta que el Francotirador esté colocado en su sitio, tumbado para pasar inadvertido. Cuando el general camine hacia la esquina superior derecha del patio, puedes enviarle derechito con sus antepasados, agachándote inmediatamente, aunque recibas algunos disparos. De todos modos, los soldados no subirán al tejado, así que tranquilo.
Una vez muerto el general, el infierno se desatará; la alarma sonará, aparecerán gran cantidad de soldados...etc. Después de unos minutos, cuando las cosas se calmen, es hora de concentrarse en la segunda parte de la misión: Volar la mansión, lo cual resulta más fácil de decir que de hacer. Tendrás que hacer que el Conductor aparque el camión de gasolina, o uno de los vehículos armados justo enfrente del edificio, y luego volarlo. El auténtico problema reside en que cualquier actividad cerca del extremo más al este de la mansión provocará que aparezcan más soldados para investigar...
Tu mejor jugada es mover al Conductor en un círculo completo alrededor del mapa, en el sentido de las agujas del reloj, viajando al oeste desde su actual posición, luego al norte y después al este, hacia el patio del cementerio. A estas alturas, la mayor parte de los soldados habrán sido eliminados por el Espía, así que no te será muy difícil llegar hasta allí sano y salvo.
Elimina todos los soldados que necesites usando la pistola. Según te desplaces hacia el cementerio, vete tomando nota de todos los lugares en los que puedes esconderte, como el edificio a la izquierda del camión de gasolina.
Una vez que estés en el cementerio, arrástrate alrededor de las lápidas y de la cripta; dispara para atraer a los guardias y elimínalos uno por uno según vayan doblando la esquina; si aparecen más soldados desde la calle elimínalos también. Cuando todo esté despejado, y tu equipo tenga un fácil acceso al vehículo, céntrate en el patio del este, justo al sur de tu posición.
Si en este punto te preguntas qué hacer con el Marine, sigue preguntándotelo: el único agua que hay en la pantalla es de dos piscinas, así que muy posiblemente no lo uses para nada.
En el patio de la mansión, seguramente habrá un grupo de tres guardias patrullando y un centinela quieto, al lado de la puerta que da al sur. Haz que el Espía elimine a éste por detrás con la jeringuilla; los otros tres guardias verán el cuerpo e incluso darán la alarma, pero ningún soldado más se les unirá.
Cuando la patrulla se encuentra en el punto más al sur de su recorrido, haz que el Espía les distraiga de modo que miren hacia el sur, lejos del coche y de la mansión.
Si todavía hubiese tres guardias patrullando en la calle al norte de la mansión podrás tener un problema añadido. Llévate al Francotirador al extremo más al noroeste del tejado y elimínalos cuando estén a distancia. Asegúrate de que no te ven; si otros tres guardias salen de la mansión para investigar, habrás perdido el tiempo.
Con el panorama despejado, haz que el Conductor entre en el patio, coja el coche y lo aparque justo al pie de las escaleras de la mansión; después, sácale del coche y llévale a un lugar seguro. Cuando cualquiera de tus hombres entra en un vehículo, esté queda "marcado", de modo que cualquier soldado enemigo que lo vea intentará destruirlo aunque no haya nadie dentro.
Así pues, haz que el Espía deje de distraer a los guardias; se volverán, verán el coche y abrirán fuego. Cuando el coche explote, volará la mansión con él; lleva a todo el mundo hasta el cementerio, sube a la furgoneta.
¡MISIÓN CUMPLIDA!

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