Recordando
Retro Review de Fred

El intrépido arqueólogo

Si hace un tiempo os hablábamos de La Pulga, el gran éxito de Indescomp que, incluso, dio el salto (y nunca mejor dicho) al extranjero, hoy nos toca hablar del otro gran juego de la compañía, Fred, que también cruzó el charco y al igual que pasó con La Pulga, tuvo otro nombre en tierras anglosajonas: Roland on the Ropes.

Lo primero que nos llamará poderosamente la atención es en la pantalla inicial la aparición de tres nombres: Charlie, Fernando y Paco, o lo que es lo mismo, Carlos Granados, Fernando Rada y Paco Menéndez, un auténtico dream team. Esto fue el germen de Made in Spain, puesto que Indescomp poco a poco empezó a olvidarse del software y a centrarse en la venta de hardware a partir de un acuerdo con la entonces todopoderosa Amstrad. Como muchos sabréis, esta unión acabó fructificando tanto que Amstrad decidió absorber la compañía y convertirla en su filial española. Decimos que fue el germen porque los tres se marcharían para formarla tras el abandono de los videojuegos por parte de la compañía.

Lo otro que nos llamará la atención es el nombre del personaje, Fred. Pero, ¿Tiene algo que ver con Sir Fred, nuestro queridísimo caballero? Pues según como se mire, porque Fred es arqueológo, lo que está claro es que es un guiño o sentido homenaje, como queramos llamarlo.

De arqueología por Egipto

Parece que las conexiones no acaban aquí, porque una de las cosas que siempre pienso al ver Fred, es en Abu Simbel Profanation, también de un arqueólogo en Egipto. Supongo que la saga cinematográfica de Indiana Jones estaba pegando muy fuerte y los arqueólogos estaban de moda, con ese aspecto tan aventurero y dispuestos a desentrañar los enigmas de las civilizaciones ancestrales.

Sea como fuere, vamos al juego. Como no podía ser de otra manera, controlamos a Fred (o Roland, dependiendo desde donde nos leas) y nos adentraremos en la pirámide de Tootiecarmoon (ya sabemos lo que les gustaban las bromas a los programadores españoles) en busca de magníficos tesoros. Sin embargo, para poder salir de la laberíntica pirámide, tendremos que ir recolectando el mapa.

Rodeado de peligros

El juego se desarrolla como un plataformas de scroll lateral, en el que podremos ir avanzando sobretodo trepando por las innumerables cuerdas que aparecen en pantalla. Obviamente, esto es lo de menos, hay muchísimos más peligros como momias, arañas, una especie de ¿vampiros? y... una gota! (una vez más, otra conexión con Abu Simbel Profanation).

Disponemos de una pistola para derrotar a algunos de nuestros enemigos, pero hemos de utilizarla solo en los casos de extrema necesidad, porque la munición está muy, pero que muy, limitada. En el resto de ocasiones, lo mejor será intentar esquivarlos o saltarlos, aunque algunos nos perseguirán de forma incansable. Cualquier roce con los enemigos o con la maldita gota nos quitará vida, que podremos recuperar con unas pociones que encontraremos en lo alto y ancho de la pirámide.

Como suele ser habitual, no son juegos muy largos, aunque sí difíciles y el reto no solo está en acabarlo, que también, si no en conseguir el hi-score. Para ello, deberemos conseguir cuantos más tesoros mejor.

Cada vez que consigamos salir de la pirámide reempezaremos con un mayor nivel de dificultad, hasta seis veces si no ando errado.

Visto hoy en día, Fred se ve como algo muy pretérito, pero desde luego ya mostraba de lo que serían capaces el trío de programadores que lo llevó a cabo. Un juego muy importante en la historia del software de entretenimiento de nuestro país.