Aunque los primeros ordenadores personales se originaron en los años 70, fue en el década de los 80 cuando estos ganaron popularidad y empezaron a distribuirse en mayor medida en todo el mundo. Entre los fabricantes de ordenadores se encontraba la compañía Commodore, la cual rompió moldes en 1982 con su C64, uno de los ordenadores mejor vendidos del momento. Al C64 le siguieron otros ordenadores de la compañía, entre ellos la familia de Amiga, la cual destacó por sus increíbles prestaciones. El modelo más vendido de esta familia fue el A500, un modelo más asequible que otros de la misma familia pero igualmente con una gran capacidad gráfica y sonora que lo hacía perfecto para aplicaciones multimedia y, por supuesto, videojuegos. En este artículo os voy a hablar de un libro dedicado a este portento tecnológico de los 80.

Hoy abandono los juegos deportivos para ir a algo radicalmente opuesto: un arcade de la mítica CapcomForgotten Worlds quizá no sea uno de los más conocidos hoy en día pero tiene el honor de ser el primer juego que se lanzó para el sistema CP System, que sería más conocido posteriormente como CPS-I (para diferenciarlo de su segunda versión) y que se caracterizaba por ser un sistema que permitía reemplazar las placas madre (motherboard) que ejecutarían el videojuego.

Muchos niños de los 80 y 90 crecimos jugando a la consola NES y disfrutando de sus excelentes juegos. Uno de los géneros que brilló en esta consola fue el de plataformas de acción, con grandes exponentes como la saga Castlevania, Shadow Warriors o Blue Shadow entre muchos otros. Hoy hablamos sobre Lords of Exile, un juego que rinde homenaje a estos clásicos de NES.

Ahora sí que sí. Tal como os prometimos hace dos semanas, nos habíamos marcado un "objetivo", aunque sea por completitud, de tener una review de todos los retrojuegos deportivos que utilizaron la licencia de un deportista español. El último que nos faltaba, si no estamos equivocados, es el Sito Pons 500 c.c. Grand Prix, de Zigurat Software, lanzado el mismo año que el de Carlos Sainz, por lo que vemos que en el año 1990 la compañía apostó por los deportistas del motor.

En los 90 pasaron por mis manos muchísimas aventuras gráficas, un género que desde el primer momento me enganchó y que, aunque no con la misma frecuencia, sigo jugando a día de hoy. Entre las diferentes compañías que se dedicaban a hacer este tipo de juegos, LucasArts fue la que más me hizo disfrutar, sobre todo con sus primeras aventuras como los dos primeros Monkey Island, los dos Indiana Jones y los dos Maniac Mansion. Por eso en el momento que conocí Las Aventuras de El Halcón Negro fue un auténtico flechazo, ya que homenajeaba justo mis aventuras gráficas favoritas. Tras varios años en desarrollo el juego ha salido a la luz y debo decir que la espera ha valido mucho la pena.