Trojan a la española
En la retro review de hoy os vamos a hablar de Metropolis, un juego desarrollado por Topo Soft con bastantes similitudes con Trojan, videojuego arcade de Capcom, el cual obtuvo un moderado éxito a mediados de los 80. Como no podía ser de otra manera, lo primero que destaca de Metropolis es la genial portada diseñada por Azpiri, donde se nos muestra al protagonista del juego, Geltor, con sus músculos de tamaño estratosféricos, así como su característico equipamiento, una enorme espada y el escudo.
El argumento del juego es el siguiente: en un futuro lejano, una ciudad es devastada tras un desastre nuclear. Aprovechando el caos, distintos grupos criminales intentan hacerse con el control de la ciudad, pero nuestro protagonista, Geltor, deberá poner orden. Para ello deberás recorrer la ciudad y liderar una revuelta que intente acabar con los poderes malvados, teniendo como objetivo final desarticular los cinco tanques nucleares, que amenazan con destruir la ciudad.
Nos tendremos que enfrentar a tres grupos, "The Warriors of Death", expertos en el manejo de la espada y el escudo; "The Dartfire" mutantes capaces de lanzarnos bolas de fuego; y "The Girlkiller", una banda de mujeres tan bellas como agresivas.
El videojuego sigue la mecánica tan propia de la época para los juegos de acción, utilizando el scroll lateral y un conjunto de movimientos de ataque / defensa, así como ciertas rutinas de comportamiento de los enemigos. Básicamente deberemos defendernos con nuestro escudo de los espadazos de los enemigos, así como para hacer rebotar las bolas de fuego que nos lancen los mutantes o los shoryukens de las Girkillers; además, podremos agacharnos para esquivar ciertos ataques. Por otra parte, tendremos nuestra espada para dar muerte a nuestros enemigos.
En las diferentes pantallas, hay diferentes niveles por los que podremos caminar, pero hemos de tener bastante en cuenta los socavones que hay en algunos de ellos, que nos harán caer al piso inferior con la consecuente pérdida de vida. Y hemos de ser especialmente cuidadosos porque solo tendremos una vida, representada mediante una barra en la parte inferior de la interfaz.
En este tipo de juegos suele destacar el variado mapeo a medida que avanzamos pantallas, sin embargo es un punto flaco de Metropolis, donde se repite una y otra vez los mismo diseños.
Hay otro punto que a veces resulta desesperante y es que el detector de colisiones a veces nos juega malas pasadas, ya que en ocasiones al soltar el espadazo veremos como atravesamos a nuestro enemigo sin ningún resultado, como si no hubiera recibido el impacto. Por otra parte, al hacer rebotar las bolas de fuego de los mutantes o los shoryukens, si esta le alcanza, a veces morirá y a veces el proyectil pasará de largo sin darle muerte, sin quedar muy claro el por qué si o por qué no.
Aunque no sea una curiosidad, recalcar que a pesar de su nombre el videojuego no tiene nada que ver con la mítica película de Fritz Lang, producida en el año 1927.
La música está bastante lograda, gracias a la habilidad de César Astudillo, "Gominolas", del que hablamos en una retro review anterior.
Como suele suceder con muchos juegos de la época de los 8 bits, tanto la jugabilidad como la enorme dificultad puede sacar de quicio a los jugadores actuales, no ha envejecido bien y tampoco fue uno de los grandes títulos de Topo, aunque muchos lo recuerdan con bastante cariño. Probablemente fue porque su difusión si que fue bastante importante, al estar incluido en el pack Top by Topo, que vendió muchísimas unidades.